En una ocasión, José Luis Rodríguez Zapatero subió al estrado del Congreso de los Diputados de forma inesperada para dejar muy claro que la ley que se iba a votar a continuación serviría para construir “un país más decente, porque una sociedad decente es la que no humilla a sus miembros”. No era un día cualquiera. No era un día fácil. Era un día importante y todos eran conscientes de que aquel momento era decisivo. Una tribuna de invitados repleta observaba con atención todo lo que pasaba.
El PSOE, entonces en el gobierno, sometía a votación su reforma del Código Civil que incluía el matrimonio igualitario y otorgaba todos los derechos a las uniones de personas del mismo sexo, incluido el derecho de adoptar. El texto de la reforma había sido vetado por el PP en el Senado y se necesitaba que la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados votara a favor para aprobarla. Y así fue. Aquel día, hace ahora 10 años, España se convertía en el cuarto país del mundo que reconocía este derecho, únicamente por detrás de Holanda, Bélgica y Canadá.
Por fin, aquel día, los derechos de los homosexuales se veían reconocidos. Por fin, aquel día, el derecho a amar libremente y a compartir tu vida con la persona escogida, sea del sexo que sea, se veía reconocido. Además, el sueño de una persona se hacía realidad. La aprobación de esa reforma fue la culminación de años de lucha de un hombre que nos dejaba hace muy poco: Pedro Zerolo.
Hombre comprometido donde los haya y uno de los grandes referentes que hemos tenido entre nuestras filas, no paró de luchar por la igualdad y contra la discriminación y por fin, desde aquel día, todos somos más iguales. Activista social y firme defensor de los Derechos Civiles. Militaba en el compromiso y su lucha era la de todo aquel que lo necesitara. Por todo esto y mucho más, gracias Pedro.
Los y las socialistas nunca olvidaremos su lucha, pues no hizo más que construir el camino que ahora seguiremos recorriendo todos y todas en su nombre. Nunca olvidaremos su esfuerzo, el trabajo realizado para lograr la ansiada igualdad. Ahora, debemos seguir trabajando, debemos seguir luchando para que desaparezcan los odios que todavía persisten.
El Partido Socialista siempre ha luchado por la igualdad real de todos y todas y así lo seguirá haciendo. Velar por los derechos de los ciudadanos y ciudadanas ha sido una prioridad. Pero no solo eso, también se han reconocido nuevos derechos durante el tiempo que los socialistas han gobernado.
El periodo en el que Felipe González ocupó la presidencia del Gobierno fue fundamental para conseguir muchos de los derechos de los que ahora gozamos y que son seriamente amenazados, como el derecho a la sanidad o a la educación universal y gratuita.
Más tarde, con José Luis Rodríguez Zapatero, el PSOE siguió aumentando los derechos de la ciudadanía. En 2004, la primera ley que el Gobierno envió al Parlamento fue la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. En 2006 se aprobó la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia y en 2010 la Reforma de la Ley del aborto; por nombrar solo algunas.
Todos y todas somos iguales y nada debe impedir que esta igualdad sea real. Por eso, es fundamental que se fomente esta igualdad desde todas las instancias y niveles políticos, en ayuntamientos, parlamentos autonómicos y en el Gobierno de la Nación.
En Dos Hermanas, sin ir más lejos, podemos presumir de haber creado una de las primeras delegaciones de Igualdad. Somos una ciudad pionera en materia de igualdad, que se complementa con un gran tejido asociativo comprometido con este derecho. Pero aún queda mucho por hacer, y
el Partido Socialista seguirá defendiendo los derechos alcanzados y trabajando para recuperar los que se nos han negado o retirado en los últimos tres años.
