Los mayordomos de las cofradías de Dos Hermanas se han visto obligados a presentar hoy la relación de las propiedades que pertenecen a sus corporaciones, para que una sexta parte de las mismas sea valorada en un precio y después enajenada y vendida por la Hacienda Real, en situación de quiebra absoluta. Se da así cumplimiento a la desamortización que lleva a cabo el valido de Carlos IV, Manuel Godoy. La Hermandad de Santa Ana, por ejemplo, tendrá que desprenderse de la estacada de olivar de “La Rabona” y de la casa de la calle del canónigo.