¡Se nos va el año, amigos! ¿Qué os quita el sueño? ¡Dicen que dormimos poco!
A mí el hambre, la sed de justicia justa y pronta. El hambre y las enfermedades que acarrea. Esos ojitos llenos de lágrimas y moquitos colgando porque no tienen ni un papel que se los recoja. Esos cuerpecitos esqueléticos y esas madres desesperadas. ¿Y qué hacemos? Siempre tenemos cosas inesperadas que nos cortan el paso, ese paso que alguna vez queremos dar, y que nos es del todo imposible.
Todos tenemos hijos que ayudar y necesitamos que nos ayuden. Es una caden atan pesada que nos cuesta arrastrarla porque somos poco para tirar de ella.
Somos débiles y no gritamos con fuerza suficiente para que nos escuchen.
Son esas personas pudientes y que reparten tantos y tantísimos millones, y que la mayoría se pierde. ¿Cómo puede ser así?
Tantas naciones ricas ¿cómo lo permiten? Siempre cuando pedimos algo nos miran como si quisiéramos algo para nosotros. Tdos tenemos que querer que cada año que pasa sea mejor para todos aquellos que tantas cosas necesitan.
¡Un juguete, una ilusión! Este año un bolígrafo, compremos todos un bolígrafo, y con ello no sólo mandaremos juguetes, mandaremos medicinas y alimentos, todos juntos jamás seremos vencidos.
Quiero deciros a todos los que leéis nuestro querido y esperado periódico La Semana, unamos nuestras preciosas felicitaciones en este año que termina de 2006.
Dicen que el 7 en la antigüedad se consideró el número de la suerte, ya que representa una trinidad de trinidades. Deseemos que en nuestro 2007 llegue de lo más hermoso para todos.
