Gobierno, sindicatos, empresarios,
hipotecas sin fondos de memoria,
histeria general, pena sin gloria
que lastra a plomo incierto los salarios;
pensiones asfixiando octogenarios,
presiones en cunetas de la Historia,
segundones soñando en la victoria
y pitos, hoy con sones funcionarios.
Juzgados atestados de copleros,
políticos, mangantes sin posibles,
y chusma entre lo vil y lo cobarde.
La cosa es hoy la fosa de palmeros.
La cosa es un sudoku de imposibles:
la cosa…sí, la cosa está que arde.