Las ciudades, son ciudades,
si las define el progreso,
si su digna evolución
va engrandeciendo el boceto
que soñaron, tiempo atrás,
otros hombres de otros tiempos.
Las ciudades, si se precian,
aprenden de errores viejos
apartando a los caciques,
amando su digno suelo
y soñando con ser libres
del poder de don dinero.
Las ciudades, son los barcos
que en la mar de nuestros sueños
cuidan de todos. Ninguno
debe quedar sin su viento,
sin que se mime su vida,
sus derrotas, sus anhelos,
o la obligación perenne
de que todos toquen puerto.
Dos Hermanas, gran ciudad,
ha entendido que su reto
es plantar su discoteca,
es mimar a don dinero,
es mejorar su estandarte
a base de decibelios.
Dos Hermanas, gran ciudad,
ya es un reclamo de esos
que enriquece a muy poquitos
y que a tantos quita el sueño.
Dos Hermanas, gran ciudad:
reclamo discotequero.
Dos Hermanas, gran ciudad,
ya es un poquito más pueblo.