Hace ya algunos días, una gran amiga mía me llamó por teléfono y me dijo: Mª Luisa, leo tus cartas en el periódico La Semana, ¿por qué no le dices al alcalde que arregle los caminos de albero del parque de la Alquería? Antiguamente dicen que se veía a las personas mayores con un bastón elegante. Hoy es un objeto de primera necesidad para los más mayores y también para los menos, a causa de los accidentes laborales y de tráfico, y también por fallos y dejadez de algunos profesionales de la medicina.
Éstos últimos operan y si te vi no me acuerdo. No es muy profesional por su parte dejar "la caca" a otros compañeros que están en los ambulatorios, ya que éstos son los que pagan todos sus fallos. ¿Para qué hacen firmar tantas cosas antes de la operación? ¿para ellos lavarse las manos?
Todo esto lo dije en otra ocasión y nadie se dio por aludido, pero para mayo, ya hace dos años que el doctor Zapata medio me operó del pie izquierdo, en el cual tengo tres roturas y solo se molestó en rasparme el juanete.
Y como a mí, a las demás personas que fuimos operadas aquella mañana del día 8 de mayo.
Nos dijeron que volviéramos al mes, y esa fue toda la explicación. A las cuatro semanas cuando llegamos, estábamos más doloridas que cuando fuimos a operarnos.
Nos recibió un pasante, a mi me mandó al rehabilitador, el cual, secamente dijo que no necesitaba rehabilitación, que zapato cerrado y plantillas. Desde entonces, llevo unas plantillas pestosas, que se recalientan y hacen que tenga que echar los pies en remojo durante el día, y por la noche cuando me voy a ir con Morfeo, la misma faena, pero sobre todo, sacar los zapatos a la ventana como la noche de Reyes.
Todo esto ha salido a relucir por lo que me duelen mis pies, y por lo mal que esta señora, amiga mía, lo pasa cuando va al parque con sus nietos, y eso que ella tiene su bastón.
El parque de la Alquería es un punto de encuentro hermoso para toda la familia, pero transitado por muchos abuelos que cuidan de sus nietos mientras sus hijos trabajan. Y por lo que resulta menos hermoso es porque los caminos están tortuosos y no se puede andar.
Pero no te preocupes querida amiga, que según El Nazareno, desde la semana pasada se están arreglando esos caminos. Aún así tu petición la tenía preparada como me pediste, por si las moscas. Pronto podrás disfrutar con tus nietos de ese parque que nos trae tan buenos recuerdos de cuando éramos pequeñas también nosotras.
Aunque me esté prolongando escribiendo, necesito hacerle una pregunta señor Toscano, ¿a quién se le ocurrió quitar los acerados de la calle doctor Caro Romero? Da la casualidad que era mi tío, y además de médico de cabecera, era una gran persona.
Las personas mayores necesitamos siquiera un pedacito de calle para poder transitar. Hace algunos días fui testigo de cómo se le enredaba la muleta a una señora saliendo de un coche con los pivotes de dicha calle. No es justo, necesitamos ese trocito de calle para que podamos ir tranquilamente sin que ningún coche nos atropelle. Por favor, quiten esos pivotes y que esté bien asfaltadita, sería una obra de caridad para todos los que por allí pasamos.
Le doy mil gracias anticipadas por si me lee también usted, y un cariñoso saludo para todos de vuestra amiga.
