Vivir el día intensamente agota la capacidad de amar, de sentir, de pensar, de soñar. Vivir el día, sin dejar nada para vivir mañana, viviendo siempre en presente sin mirar nunca hacia el futuro. A veces nos convertimos en dos extraños que sólo "viven al día", viviendo dos vidas por separado con miedos y desesperación. Una vida donde tenemos que sobrevivir para luchar contra el mal que nos persigue y nos acecha.
Como dos viajeros en un mismo barco con distintos destinos y diferentes puertos donde atracar.
Nos han hecho tanto daño…que hemos cambiado:
la Felicidad por la tristeza,
la Esperanza por la angustia,
la Fuerza por la impotencia,
las Sonrisas por las lágrimas.
Hemos cambiado tanto que hemos perdido hasta nuestros sueños y ya no nos sentimos libres en nuestra propia libertad.
Pero nada de esto importa, porque seguiremos luchando "contra el cáncer", viviremos por nosotros, por nuestro amor, por nuestros hijos, por la familia y los amigos.
Cambiaremos si es preciso nuestros temores por fortaleza para seguir el camino, daremos un gran salto, cogeremos una vez más impulso y olvidaremos el pasado.
No estamos solos…tú lo sabes.
Y sobre todo no olvides nunca que yo siempre estaré a tu lado.
Feliz cumpleaños, Miguel. Te quiero.
