La Policía Local centrará su labor en la Feria de Mayo en el cumplimiento de las ordenanzas municipales y en el control de la venta ambulante, poniéndose especial énfasis este año, según ha apuntado su jefe, Antonio Lora, en la presencia de menores en el recinto ferial, empleados para “la venta ilegal o la mendicidad”. Un tema que preocupa especialmente a la Delegación de Movilidad y Limpieza Urbana.
Además, a tenor de la normativa que prohíbe fumar en espacios públicos, se controlará la utilización de cachimbas en las casetas. Algo que “no estará permitido”, apunta Lora, si se tiene en cuenta que “más del 90 por ciento de los productos que se usan son derivados del tabaco”.
Como en la edición de 2016 se detectaron algunas casetas que empleaban estos dispositivos, desde la Policía Local se controlará su uso. En caso de que se encuentren algunos, explicó el jefe de este cuerpo, “serán intervenidas y, mientras se analiza su contenido para ver que no contiene derivados del tabaco, la caseta será precintada hasta nuevo aviso”.
En materia de seguridad, también se ha prestado especial interés al tema de las atracciones de feria, sobre todo en el caso de los castillos hinchables, que no han sido autorizados.
En cuanto al resto de las atracciones, además del control que hayan podido llevar a cabo en las jornadas previas el cuerpo de bomberos, un ingeniero industrial también las supervisará y serán clausuradas si no cumplen con los correspondientes preceptos de seguridad.
Atención a niños perdidos
Como ya ocurriera el pasado año, Protección Civil y Cruz Roja compartirán la antigua caseta de la Delegación de Deportes, en la calle Peineta, gestionando la caseta de niños perdidos. Un servicio que se complementa con la entrega, a aquellas familias que lo necesiten, de unas pulseras identificativas para que los niños y niñas la lleven en su muñeca con sus nombres y un número de teléfono de contacto.
