Una película en la que vivir

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La película La ciudad de las estrellasLA CIUDAD DE LAS ESTRELLAS

El cine nació para el musical. Entiéndanme, ya desde sus inicios, en aquellos primeros años en los que la proyección solo contenía imágenes, se acompañaba de música en directo. Y cuando las películas comenzaron a ser sonoras, la primera de ellas fue un ‘musical’: El cantor de jazz. Fue unos años después, en los años cincuenta, cuando el género vivió su época dorada, y es a ella (en su mayoría) a la que esta soberbia La la land (el título original refleja mil veces mejor el espíritu de la cinta que su traducción al español) homenajea sin titubeos.

{xtypo_rounded4}Estados Unidos, 2016 (128′)
Título original: La la land.
Escrita y dirigida: Damien Chazelle.
Producción: Fred Berger, Gary Gilbert, Jordan Horowitz, Marc Platt.
Fotografía: Linus Sandgren.
Música: Justin Hurwitz.
Montaje: Tom Cross.
Intérpretes: Emma Stone (Mia), Ryan Gosling (Sebastian), John Legend (Keith), Rosemarie DeWitt (Laura), J.K. Simmons (Bill), Finn Wittrock (Greg), Sonoya Mizuno (Caitlin), Jessica Rothe (Alexis), Jason Fuchs (Carlo), Callie Hernandez (Tracy).{/xtypo_rounded4}

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Y lo hace desde el principio, incluso antes de los créditos (con la aparición del clásico logo de Cinemascope con el que se ha rodado la cinta) y el vibrante número musical de apertura, con el que ya, así de entrada, quedas enamorado de la película. 

Damien Chazelle narra aquí la historia de amor entre un pianista de jazz y una aspirante a actriz, cada uno con sus sueños y ambiciones, que impedirán el feliz desarrollo de una relación que vemos evolucionar durante un año. Aunque lo cierto es que el director ha tenido la inteligencia de incluir ciertas dosis de melancolía, de nostalgia, en este mundo de felicidad. Consigue con ello, que la historia no empalague, sino más bien todo lo contrario.
La la land hace un recorrido por la historia del cine musical, desde Cantando bajo la lluvia a Sombrero de copa, pasando por Un americano en París, Noches en la ciudad o Melodías de Broadway, pero sobre todo Los paraguas de Cherburgo (a la que homenajea sin pudor). Aunque también tiene mucho de Woody Allen en el modo en que muestra la relación de la pareja

Es esta una historia de amor. De amor a la música (el jazz es el tema principal al que Chazelle ha dedicado sus tres películas). De amor al cine (son decenas los guiños durante todo el metraje, con posters en las cafeterías y las casas de los protagonistas, con rodajes con los que se cruzan… no es casual que la historia se desarrolle en la ciudad donde los sueños se cumplen). De amor por el amor…

Una historia que enamora, gracias a un guion medido que no edulcora en exceso, sino que dosifica la felicidad con la nostalgia y la melancolía; unos números musicales (algunos de ellos rodados en plano secuencia) vibrantes; una colorista fotografía, heredera de los clásicos a los que tanto le debe; unas magníficas interpretaciones de una pareja que rebosa química (es la tercera vez que Emma Stone y Ryan Gosling coinciden en pantalla)… Todo colabora para hacer de La la land una experiencia mágica, única.

Hay muchas películas buenas, pero pocas como esta te hacen reír, llorar, salir del cine levitando, pocas te hacen sentir de verdad cómo te toca y cómo te cambia. Una historia maravillosa, inmensa, soberbia, sobre lo que pudo ser, una película para soñar, para gozar, una película en la que quedarse a vivir.

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