Hace ya 13 años que la Virgen de Valme no visita en romería la ermita que para ella restauraron los Duques de Montpensier en los terrenos de Cortijo de Cuarto. Sin embargo, la finca nazarena ha saltado de nuevo a las primeras páginas de la actualidad, al ser visitada, en el día de ayer (31 de enero), por el famoso torero José Gómez Ortega, ‘Joselito El Gallo’, y con él, varios periodistas que siempre le acompañan.
Uno de ellos, el camarógrafo Alfonso, corresponsal de la revista madrileña Nuevo Mundo, gentilmente nos remite las fotografías que ilustran este reportaje, que hablan por sí solas de la felicidad que al maestro de los ruedos españoles (con el permiso de Juan Belmonte) le produce pasar un día de campo con sus amigos.
A la sombra de la ermita de Valme
Bien temprano, despuntando el alba, procedentes de su casa natal de Gelves, llegaron los hermanos Gallo (José y Rafael) a la finca de Dos Hermanas, que se extiende entre la ermita de Valme y el río Guadalquivir. Su dueño, el propietario y ganadero Eduardo Miura Fernández (curiosamente, quien en 1900 se negó a que se celebrara aquí la romería para que nadie pisara sus sembrados agrícolas) ya les esperaba con todo listo para comenzar las faenas de acoso y derribo que tanto gustan al torero. Montó este en una blanca y briosa yegua, y se dispuso a salir al acoso con su garrocha. Le acompañaba en la exhibición ecuestre José Miura, hijo del ganadero. Con gran destreza, puso al galope a un bravo becerro, previamente seleccionado, al que condujo y supo acorralar y acosar hasta su derribo. Más tarde desmontó para torear a algunos de los becerros.
Al término de la faena, en la que se derribaron varios novillos, las familias Miura, Gómez y varios amigos e invitados, degustaron un almuerzo con jamón y gazpacho, regado por copas de fresca manzanilla.