Cine testosterónico

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300: El origen de un imperio

300: EL ORIGEN DE UN IMPERIO

Ocho años después de que se estrenara la original y de que Zack Snyder sorprendiera por el tratamiento visual y la fuerza que otorgaba a sus imágenes, nos llega una nueva entrega (que no secuela) de la que imaginamos que será una trilogía, 300. Aunque aquí Snyder se ha quedado en la retaguardia, dedicándose a la producción y escritura del guión, y ha cedido la silla de director a Noam Murro, la esencia sigue siendo básicamente la misma. Misma estética, misma fotografía, mismo gusto por el uso y abuso de imágenes ralentizadas en pleno furor guerrero, abundancia excesiva de violencia y sangre que salpica a la cámara…

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{xtypo_code}Estados Unidos, 2014. (102′)
Título original:  300: Rise of an Empire.
Dirección: Noam Murro.
Producción: Mark Canton, Bernie Goldman, Gianni Nunnari, Deborah Snyder, Zack Snyder, Thomas Tull.
Guión:  Zack Snyder, Kurt Johnstad, basado en la novela gráfica ‘Xerxes’, de Frank Miller.  
Fotografía: Simon Duggan.
Música:  Junkie XL.
Montaje: David Brenner, Wyatt Smith.
Intérpretes: Sullivan Stapleton (Temístocles), Eva Green (Artemisia), Lena Headey (Reina Gorgo), Hans Matheson (Aesyklos), Callan Mulvey (Scyllias), David Wenham (Dilios), Rodrigo Santoro (Xerxes), Jack O’Connell (Calisto), Andrew Tiernan (Efialtes), Ben Turner (General Artafernes).{/xtypo_code}

Y si todo es prácticamente igual, ¿qué hace entonces que esta El origen de un imperio sea bastante inferior a la primera? Pues que no hay sorpresa. Que es todo exactamente igual. O mejor dicho, peor. Porque, no nos engañemos, Murro no es Snyder; y en el aspecto del héroe, Stapleton no es Butler (¿quién se iba a imaginar diciendo esto?)

El general Temístocles intenta que todas las polis griegas se unan para aumentar su fuerza y poder luchar así contra la invasión del poderoso ejército persa liderado por Xerxes y su mano derecha en la batalla, Artemisia. Comienza en la batalla de Maratón, y termina en Salamina. Entre medias, la batalla de las Termópilas de la primera entrega (muy de pasada), el origen de Xerxes (del hombre a la leyenda), la destrucción de Atenas…

Lo cierto es que todo resulta un poco absurdo y hasta delirante. La película se toma a sí misma demasiado en serio, cuando en el fondo no es más que un mero entretenimiento (flojo). Visualmente potente, dicha potencia cansa pronto. Hay diálogos cargados de supuesta profundidad pero que son bastante risibles; peleas y más peleas en las que uno termina hastiado; personajes sin carisma (prácticamente todos los masculinos) e hipertrofiados…

Murro incluso se permite modificar la historia (Artemisia era la prudente en la batalla de Salamina, sabía de lo peligroso que era meterse en aquel territorio, pero Xerxes hizo oídos sordos… aquí pasa al contrario)

Menos mal que tenemos a Eva Green. Ella sola levanta la película con cada aparición. Su mirada refleja la sed de venganza, el hambre de sangre, el odio y el fuego que lleva dentro. Sin ella, esta película (correcta nada más) sería muy inferior.

 

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