Comenzamos hace un año, con poca experiencia, pero sin duda con muchas ganas de aprender, y por supuesto con la mirada puesta en el bienestar de nuestros niños y en el de todos los que como ellos, necesiten nuestro apoyo. Quizás obsesionados con hacerlo todo con el protocolo adecuado, para después, descubrir con el tiempo, que la mejor opción es trabajar para que los niños sean felices y se sientan a gusto en su asociación.
Para llegar hasta aquí, ha sido necesaria una ardua y meritoria tarea de muchos socios, durante muchos años, y sobre todo de la Junta Directiva anterior. Es justo reconocer, y aún mas justo de agradecer, que el legado recibido en ese apartado es digno de aplauso y mención. Por contra, nos hubiera gustado que en el apartado de las cuentas de tesorería, dicho legado también hubiera estado al mismo nivel, y la transmisión de los datos, suficientemente legibles. Pues por toda información al respecto, recibimos tres bolsas de plástico llenas de papeles desordenados, que fueron depositados en nuestra sede. Ningún histórico bancario actualizado, ningún libro de caja actualizado, ni tan siquiera un elemental estado de cuentas igualmente actualizado que poder revisar.
En su momento, en la actual Junta Directiva decidimos no malgastar dedicación y tiempo en seguir la pista a este asunto, y concentrar todas las energías en la tarea de conquistar logros y mejoras para la asociación.
Pues bien, durante este año hemos consolidado las clases terapéuticas que veníamos realizando con anterioridad: apoyo escolar, fisioterapia, logopedia, terapia ecuestre, y hemos iniciado otras nuevas: como autonomía personal, informática, inglés y pintura.
Hemos disfrutado por primera vez en la historia de ANFI, de la Escuela de verano, sufragada por los propios padres y con una pequeña subvención de la asociación, con gran éxito y aceptación por parte de los socios que la utilizaron.
Nuestros niños están realizando salidas en grupo, acompañados por nuestras monitoras, con el fin de promover su autonomía y su destreza en asuntos cotidianos, al mismo tiempo que ofrecemos con ello un respiro familiar.
Todo ello, y otras tantas iniciativas mas que están en proyecto, está siendo, y seguirá siendo posible, gracias al trabajo de nuestros socios y colaboradores, y por supuesto también, gracias a las cuotas de todos ellos, que de manera admirable mantienen su apoyo económico y solidario a pesar del mal tiempo.
En una palabra, GRACIAS a todo ello, podemos seguir trabajando, y mantener nuestras puertas abiertas a todas las familias nazarenas con niños que por motivos de discapacidad, necesiten nuestro apoyo y orientación.
