Guardia Civil y Policía Nacional abrieron paso a la comitiva hasta Bellavista
Además del calor y el numeroso público que ha acompañado a la Virgen de Valme en su peregrinación a Cuarto, las férreas medidas de seguridad han sido otro de los distintivos de esta romería. Desde que la Virgen hizo su entrada en la carretera vieja, tres Guardias Civiles motorizados y cuatro agentes de la Policía Nacional a caballo fueron abriendo paso al cortejo hasta su llegada a la barriada de Bellavista.
Una aparición que se produjo tras recibir una nueva petalada de flores desde el puente de la avenida de Adolfo Suárez, el balcón de la romería, engalanado para la ocasión con una bandera roja y gualda con el lema de Váleme Señora.
Eran las 11:00 horas y el sol comenzaba a brillar con fuerza en el inicio de un camino que se anunciaba bastante caluroso.Los comentarios al respecto no se hicieron esperar y con más ironía que realidad eran muchos los que afirmaban, con ganas de guasa, que “menos mal que había refrescado el día”. Los abanicos, sombreros y paraguas o sombrillas brillaron con su presencia durante el camino.
Este calor tuvo su repercusión en un caminar más pausado por parte del cortejo que encabezaba la carreta de la Virgen con el fin de hacer más liviano el peso de las bestias que tiran de las carretas. Todo ello a pesar de los esfuerzos de los agentes de seguridad por mantener despejada la delantera de la comitiva para que esta pudiese avanzar sin problemas. Pero la Virgen no tenía prisa sobre todo ante una jornada espléndida de romería. Por eso la carreta de la Virgen se paró en varias ocasiones a lo largo del camino. Lo hizo ante la residencia de ancianos de La Paz que la aguardaban en su puerta y donde se cantaron plegarias o en la zona de Los Merinales y donde tuvo lugar una ofrenda floral y rezos a la Señora. Allá donde hubiese una ofrenda o plegaria a la Virgen ésta se paraba para deleite de los allí presentes.
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Una romería bien organizada
Si con algo ha contado la Romería de Valme es con una buena organización. El cortejo contó con tres alcaldes de romería a caballo, para organizar el cuerpo de caballistas, así como dos a pie. Sus esfuerzos se sumaron a los de los cuerpos de seguridad para velar por el orden de la misma.