El equipo nazareno contuvo el resultado (2-2) pese a quedarse con dos jugadores menos
Contra viento y marea. O casi. La PD Rociera tuvo que hacer frente a una desapacible mañana en la que la lluvia y el viento (junto con la ‘mano’ arbitral) se conviertieron en protagonistas para alcanzar un más que meritorio empate a dos en el feudo del Aguilarense.
Pese a que el partido fue en su conjunto malo, la Rociera comenzó mostrando dotes de líder. Así, en el minuto 17 los de David Fernández ‘Powi’ abrieron el marcador por mediación de Fran Ruiz, que recogió el esférico tras un saque de esquina de Vázquez.
Con el primero en contra, el Aguilarense trató de rebajar la distancia en el marcador por todos los medios. Así, optó por enviar boleones para tratar de crear peligro. Un minuto después llegó una falta de Vázquez en el entorno del medio campo. Urbano fue el encargado de lanzarla, directa hacia la portería de Álex, a quien, en su intento por atraparlo, el viento le jugó una mala pasada y le desvió de trayectoria el esférico, colándolo hasta el fondo de su portería.
Una vez alcanzado este empate a uno, pareció decretarse la práctica de un juego insulso y anodido por ambas partes hasta la llegada del descanso.
Con el arranque del segundo tiempo la Rociera volvió a hacerse con la bututa del juego. Al poco de reanudarse el partido Fran Ruiz protagonizó una incursión en el área del Aguilarense, siendo el nazareno objeto de un penalti que lanzó (y marcó) Manolo en el minuto 60.
El resultado le sonreía pero el rumbo del partido se torció para el equipo nazareno. En el 78 Chiqui Carmona fue expulsado por doble amarilla. Pese a la inferioridad en la que se quedaba el conjunto auriazul, los pupilos de ‘Powi’ no se amilanaron y siguieron yendo a por todas. Aunque nadie se lo puso fácil.
Deleznable fue el caso en el que se vio inmerso Vázquez que, en el minuto 95, en un intento por jugar el balón, recibió dos patadas de un contrario, y obteniendo una roja directa por alertar de lo que había sufrido y criticar al autor de las patadas. Con esta segunda expulsión, el árbitro le puso en bandeja a los cordobeses una posible victoria. Para facilitarles aún más la tarea le añadió al partido 12 minutos extra de juego. Aunque se tuvieron que conformar con un empate. Bastante les costó. En el 98, un mal despeje del meta Álex dio lugar a un derribo de un contrario por parte del cancerbero. Así, quedó decretado tiro de penalti. Erró en su lanzamiento el cordobés Sergio, aunque el linier ordenó su repetición, consiguiendo, esta vez sí, el ansiado gol.
Se vuelve a quedar la victoria en el tintero por fallos puntuales. Y para colmo el Antoniano, segundo en la tabla, ya está empatado a puntos. Mantener el liderato pasa por vencer este domingo en casa (a las 12:00 horas) al Betis C.
