Adiós al ogro verde

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1101SHREK, FELICES PARA SIEMPRE

Casi diez años después de que se estrenara la primera entrega de las aventuras del ogro verde, la saga Shrek llega a su final con su cuarta entrega. Y lo cierto es que, si bien la parte técnica ha mejorado bastante, la historia ha evolucionado poco, todo sorprende menos, y los puntos fuertes de aquella primera parte (que llegaba a reventar los mitos que abundaban en los cuentos clásicos y que Disney había explotado hasta la saciedad), tras las dos sucesoras de por medio, aquí ya suenan a vistas. Aunque, contradictoriamente, si nos olvidamos de las otras tres partes, la cinta es a ratos divertida, aunque (evidentemente) más que previsible.

{xtypo_code}Estados Unidos, 2010. (93′)
Título original:  Shrek, forever after.
Director: Mike Mitchell.
Producción: Teresa Cheng, Gina Shay.
Guión: Josh Klausner, Darren Lemke.
Fotografía: Yong Duk Jhun.
Música: Harry Gregson-Wagner.
Montaje: David Teller.
Intérpretes(voces originales): Mike Myers, Cameron Díaz, Eddie Murphy, Antonio Banderas, Julie Andrews, Walt Dohm, John Cleese, Jon Hamm, Craig Robinson, Jane Lynch, Lake Bell, Kathy Griffin.{/xtypo_code}

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Shrek vive con Fiona y sus tres hijos en su ciénaga, con las visitas de Asno y su prole. Todo el mundo les adora y los campesinos le piden autógrafos y que les gruña como antaño, divirtiéndose con ello. Pero Shrek añora el pasado, cuando vivía tranquilo y solo, y era temido por todos. Un día se le presenta la oportunidad de recuperar el pasado, y volver a disfrutar del placer que sentía aterrorizando a todos, siendo el ogro que se supone que es, al menos por un día, y no puede evitar la tentación de firmar un contrato con una especie de brujo con oscuras intenciones. Y, claro, no todo resulta como él esperaba. O sea, que está atravesando la crisis de la cuarentena (y quiere volver a su época de juventud y soltería).

Esta cuarta (y última) entrega de la saga recupera la chispa de la primera y supera sin problemas a las dos siguientes. Ello es debido a que, en cierto modo, la historia vuelve a los inicios, con un ogro que disfruta asustando, pero después quiere caer simpático sin lograrlo; y que se enamora de la chica que, al principio, es reacia a cualquier relación, por lo que tendrá que esforzarse por reconquistarla en tiempo récord. Lo peor es que no evoluciona en los modos de narración, y los gestos son los mismos: el gato (más orondo que antes) vuelve a poner esos ojos lastimeros que hacen que los demás le hagan caso, el asno sigue siendo el chistoso del grupo recurriendo a las gracietas que ya conocemos…

Exceptuando un cierto tono oscuro en algunos momentos de la narración, para tratar (como en otras ocasiones) en búsqueda de un público más adulto al que, supuestamente, va dirigido, Shrek, felices para siempre (o Shrek 4, Capítulo final) no ofrece nada que las entregas anteriores no hubieran ofrecido ya (para bien, o para mal).

Sin embargo, la escritura es ágil, divertida en (pocas) ocasiones, y permitiendo a los personajes vivir un montón de aventuras (previsibles), que conducen al protagonista a la moraleja final.

 

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