En contestación al Sr. Manuel Begines quiero agradecer su exposición y aportación reciente acerca de mi carta anterior en defensa de posibles barandas y badenes para el centro (c/ Santa María Magdalena). No obstante quiero explicarme mejor para con todos los interesados; mostrando mi total acuerdo con dicha carta, así como a la vez reafirmándome en la mía anterior. Me explico: por supuesto que no estoy de acuerdo con los badenes que molesten; sea por el ruido o sea por lo pronunciados que son (auténticos ‘rompeamortiguadores’ lo cual añado (vean los del entorno del Cineápolis o supermercados Lidl, Aldi), y es que hay badenes y ‘badenes’. Me refiero y defiendo por ejemplo los pasos de peatones elevados como los que hay en muchas ciudades; estos hacen las veces de badenes pero forman parte del pavimento de la calle y a lo largo de un trayecto de la misma. Ni hacen el ruido de aquellos que son de goma o similar, ni son los citados ‘rompeamortiguadores’.
En cualquiera de los casos celebro todo aquello que pudiera frenar y detener la velocidad de paso por una calle como Santa María Magdalena por ejemplo; y es que de eso es de lo que se trata si queremos un centro peatonal y permeable a la vez en cuanto a entrada y salida de vehículos. De cualquier modo sin molestar a nadie; y de ahí mi explicación, así como la consiguiente reflexión: por supuesto que mediante seguridad policial también podría conseguirse el objetivo de rebajar la velocidad referida; pero acaso dicha vigilancia es posible 24 h.? ¿Y lo es en los diferentes tramos de la calle constántemente? Seamos conscientes de la realidad; cuando pase una desgracia mayor rasgaremos nuestras vestiduras, por el momento nos olvidamos de que lo más importante de todo es la seguridad de las personas (niños incluidos); y repito que sin molestar a nadie: buscando por tanto la mejor fórmula o solución, pero sin descartar a la primera de cambio una demanda sentida y compartida por mucha gente: pasen y vean… y es que no nos inventamos cosa alguna (todo tiene una explicación). Por lo demás y para paliar o contrarestar mientras tanto el circuito de velocidad en el que muy a pesar de toda señalización vial; algún que otro inevitable descerebrado/a conductor/a en determinadas horas u ocasiones, convierte la calle desde la Plaza de la Constitución al Palmarillo, ¿por qué no la instalación de barandas como en otras ciudades? Barandas con pasos intercalados para el paso, la puntual carga y descarga, etc. La verdad es que defendemos el ancho destinado a las aceras tras las últimas obras, pero en el pasado los coches aparcados suponían protección al menos en uno de los acerados. Ahora no sólo no existe la protección, sino que además encontramos ‘tropieza-pivotes’ (los también mencionados en mi carta de origen); ¿por qué al menos no cambian estos por los de mayor altura?. A quienes corresponda, medítenlo por favor. Por nuestra parte no fue más que una crítica constructiva; tan modesta como objetiva. Gracias.
