Por increíble que parezca, aún hay personas que discriminan a los chavales para entrar en la discoteca B3. Me parece muy bien que tengan prohibido el acceso a personas conflictivas, que por su aspecto físico puedan crear problemas, pero eso es una cosa y otra muy distinta es a chavales de 19 años normales, educados y bien vestidos, con una educación quizás, me atrevo a decir, mayor que la del propio portero.
Les prohíben la entrada por el simple deseo de un señor (con guardaespaldas que lo protege) que decide a dedo quiénes son los que al él más le apetece que entren, discriminando a chavales simplemente por su peinado, su ropa o porque le dijo la primera vez “no entras” y eso ya sirve para siempre.
Según el portero, la edad que deben tener los chavales para entrar es de 21 años. ¡Mentira! Es una excusa que pone para dejar entrar a quienes a él se le antoja. Van grupos de amigos y a algunos los deja en la calle y a otros les da paso libremente sin pedirles el DNI. Es más, entran chicas menores de edad, pues son el reclamo de la discoteca. Este portero debería tener un jefe que se percatara de esto e impidiera que los jóvenes se encuentren tirardos en la calle a altas horas de la noche por el capricho de un señor.
