El pasado fin de semana las mujeres de la Hermandad del Rocío de Dos Hermanas caminaron hacia la ermita de la Virgen del Rocío en la XXII edición de la tradicional peregrinación que se realiza siempre por estas fechas.
Fueron 315 peregrinas las que se desplazaron en la mañana del sábado, día 8, hasta Almonte. Como novedad este año, la liturgia no se realizó delante del Simpecado de la hermandad nazarena, ya que está en proceso de restauración. A este respecto se prevé que el Simpecado esté de vuelta, como muy tarde a finales de noviembre, si todos los plazos se van cumpliendo según los términos en los que se estipuló el proyecto entre la hermandad y el taller que lleva a cabo la restauración.
En su lugar, la misa fue oficiada por el reverendo José García Muñoz, párroco de Nuestra Señora de la Asunción de Almonte y capellán de la ermita del Rocío.
Tras la liturgia, las peregrinas emprendieron su marcha por el camino que toma la Virgen cada vez que va a Almonte y por el que regresa a la aldea cada siete años.
En el camino, que transcurrió con total normalidad, hicieron un alto para comer y luego hacer noche en las inmediaciones de la aldea rociera. En la mañana del domingo tuvo lugar la Santa Misa en la ermita, compartida con la hermandad de Moratalaz, de Madrid.
Después de una convivencia en la casa hermandad se emprendió la vuelta hacia Dos Hermanas.