Sábado, día 24 de marzo.Gala del 10º Aniversario del Programa Dos Hermanas Divertida, dirigido a los jóvenes del municipio como alternativa al botellón. Loable.
En el escenario, la presentadora ha de dirigirse al público para que dejen de lanzarle piedras. En el escenario, un grupo de danza. Siguen lanzándoles piedras. Las chicas, abochornadas, desencantadas, aterridas, dudan si volver a salir a actuar. En el escenario, concejalas de nuestro Ayuntamiento (representantes del pueblo), para hacer entrega de placas conmemorativas a una serie de personas que se han volcado durante estos años con el Programa Dos Hermanas Divertida. Siguen arrojando piedras y se escuchan abucheos, insultos, palabras soeces. Tras la entrega me marcho avergonzado.
Fechas después, la sensación que me queda es de PENA. Pena por los abucheos, pena por los insultos, algunos salidos de la boca de críos de no más de diez años; y lo que es peor: jaleados por adolescentes, veinteañeros e, incluso, personas de más edad. Pena por el lanzamiento de piedras, que pudieron causar una desgracia, pena por la falta de respeto a nuestros representantes electos, y a las personas homenajeadas, pena por la no presencia de representantes de la autoridad, que pudiesen poner orden, pena por la mala educación exhibida, y pena de que todo ello no haya quedado reflejado en los medios de comunicación nazarenos. En fin, ¡qué pena!
