Ha sido un acto realizado este año por primera vez y que la Hermandad tiene intención de mantener.
El Devoto Besamano es uno de los rituales previos a la romería de Valme que despierta siempre el interés de los nazarenos. Largas colas de fieles se forman el sábado antes del Valme para ver y besar a la Protectora, a los pies del Altar Mayor, más cerca que nunca de sus devotos.
Desde primera hora de la mañana y hasta bien entrada la noche se estuvieron acercando los nazarenos hasta la Parroquia de Santa María Magdalena para el mayor acercamiento a la Virgen de Valme. Como cada año hubo largas colas en los alrededores de la Parroquia, esperando que abriese sus puertas.
Visitas a las carretas en el Ave María
Aunque otro de los momentos de máximo apogeo en los días previos a la romería es, el mismo sábado, el peregrinar de los ciudadanos hasta las instalaciones del Ave María, donde los carreteros dan los últimos retoques a las canastillas de papel donde las mujeres nazarenas siguen a la Virgen el Tercer Domingo de Octubre.
El jueves anterior, el día 12, el párroco del Ave María y San Luis, Antero Pascual, bendijo las carretas que se encontraban en la nave del Ave María, tras el rezo del Ángelus a las doce del mediodía. Un acto de bendición que se ha realizado este año por primera vez y que la Hermandad tiene intención de mantener en lo sucesivo.
Como cada sábado antes del Valme son cientos los nazarenos que acuden a ver las carretas de cerca. Este año ha sido de nuevo un punto de encuentro para gran cantidad de valmeros, con el atractivo añadido de la vuelta de las yuntas de bueyes después de la prohibición del 2005 por la epidemia de la lengua azul.
Precisamente los carreteros estuvieron el sábado por la mañana en la Parroquia de Santa María Magdalena para ofrecerle sus respetos a Santa María de Valme con una ofrenda de flores muy emotiva.
La Protectora de cerca
En el Besamano pudo verse de cerca a la Virgen de Valme y pudo contemplarse el magnífico manto que ha lucido este año en la romería, que ha sido con el que ha estado en el Altar Mayor durante los Cultos en su honor. Un manto azulón ricamente bordado con estrellas plateadas que la Protectora lució también en la romería de 2001.