La innovación y la familia centrarán el acto de inauguración del curso

Se celebra el día 28 en el teatro, a las 19:30 horas, con la presentación de los servicios y la guía educativa, así como el homenaje al profesorado jubilado

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Portada de la guía didáctica Ubuntu... Soy porque somos

La Delegación de Igualdad ya tiene fecha para la Inauguración Municipal del Curso Escolar 2017-18 y el Homenaje al Profesorado Jubilado. Será el próximo día 28, a las 19:30 horas, en el teatro municipal.
Este acto es aprovechado para dar a conocer a la comunidad educativa los servicios municipales con los que cuenta la delegación en sus diferentes departamentos o áreas, como la de Programas Educativos, de Servicios, Administración, Proyectos de colaboración con otras instituciones, así como otros órganos dependientes de la Delegación de Educación.

En esta ocasión, el espectáculo hará especial hincapié en la importancia de la innovación en la educación, así como en la necesidad de la colaboración entre familia y escuela.

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Uno de los momentos más emotivos de la tarde será el merecido homenaje que la delegación ofrece al profesorado que se jubila, tras una larga vida dedicada a la enseñanza en la ciudad. En esta ocasión dos son las maestras que se suman a este reconocimiento público: Sacramento Velasco Mesa y Rocío Olivares Carballido.

21 de septiembre comienza el reparto de invitaciones para el acto en la Delegación de Educación, segunda planta del Edificio de Huerta Palacios.

Nueva guía didáctica

Este acto también sirve para la presentación en sociedad de la nueva guía didáctica del nuevo curso escolar 2017-18 . Esta nueva edición lleva por título Ubuntu… Soy porque somos, una guía que expone cómo trabajar el aprendizaje basado en proyectos, a través de la inteligencia múltiple.

Ubuntu, término que proviene de las lenguas zulú y xhosa es una regla tradicional africana enfocada en la lealtad de las personas y las relaciones. Un término que esconde una historia, según la cual, un antropólogo propuso a los niños y niñas de una tribu un juego en el que el primero o primera que llegase a un cesto lleno de frutas, se lo llevaba. Tras dar la salida, todos los chicos y chicas corrieron juntos de la mano y disfrutaron todas y todos de aquel premio.

Cuando el antropólogo les preguntó que por qué habían corrido así cuando uno solo podría ganar toda la fruta, los niños y niñas le respondieron que cómo iba a ser feliz uno de ellos si todos los demás podrían estar triste.

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