La solidaridad y la formación musical fueron los dos objetivos claves del Concierto de Año Nuevo que la Orquesta Filarmonía de Sevilla ofreció el pasado sábado noche en el teatro municipal.
Solidaridad, porque parte de lo que se recaudó esa noche, con un teatro prácticamente lleno, fue para la labor investigadora de la Asociación Española contra el Cáncer. La presidenta de la junta local, Mª Dolores Rangel, quiso tener un detalle con la orquesta, entregándole una placa conmemorativa antes de dar comienzo el recital.
Formación musical, porque todo el concierto fue una clase práctica o una master class, en la que el director de la formación, Jerome Ireland, acercó el género del vals al público presente.
La otra cara del vals era el título de esta cita en la que se interpretaron varias piezas por los jóvenes intérpretes de esta orquesta. Antes de cada interpretación, Jerome explicaba a los presentes las diferentes partes que integraban la composición.
Un tú a tú continuo entre orquesta y público, que llegó a su punto culmen, cuando la presidenta de la AECC fue invitada a dirigir de manera puntual una de las interpretaciones del concierto.