Gerente de ASAS
Licenciado en Psicología, Antonio Martín Ramos llegó a la Asociación Sevillana de Ayuda al Discapacitado como voluntario en el año 1995. Desde el año 2000 desempeñó cargos de dirección y hace 10 años asumió la gerencia de la entidad, que cumple ahora 40 años.
¿Cuáles son los primeros recuerdos que atesora de su llegada a ASAS en 1995?
El mejor recuerdo que guardo es el de su personal, con pocos recursos en su trabajo, pero con un corazón tremendo. Por aquella época yo había terminado mis estudios de Psicología y desembarqué en esta entidad como voluntario. Recuerdo que me impactó el mundo de la discapacidad intelectual, ya que durante la carrera apenas la abordamos.
¿Qué destacaría de la evolución en estos 40 años?
Destacaría la profesionalización de su personal, ya que hemos pasado de tener voluntariado con muchas ganas a un personal más técnico, por lo que funcionamos a años luz de entonces. Además de la importancia que ha cobrado la gestión económica, ya que, si en estos años de crisis no se hubiera realizado una buena gestión no estaríamos en esta línea de crecimiento.
¿Cuál es la implicación de las familias en esta entidad?
La asociación cuenta con una junta directiva, integrada por las familias, que se encarga de supervisar la labor que realizamos los profesionales en los que han confiado la gestión de ASAS. Son un elemento primordial en su labor de velar porque el dinero público que nos llega de la administración se emplee en lo esencial. Pero nos gustaría que su implicación fuese mayor de la que es, cuesta trabajo que participen en lo que se propone.
{xtypo_quote_left}Siempre hemos estado de espalda a la ciudad, pero ahora la miramos{/xtypo_quote_left}
¿Qué es lo que caracteriza o diferencia a ASAS?
Lo más significativo es la apuesta clave por el tema deportivo, intentando encajarlo en las rutinas de vida saludable de estas personas. Para ello se creó el club deportivo, centrado en la práctica federada por toda España, y contamos con instalaciones deportivas en las que organizar eventos.
¿Cuál es el estado de las instalaciones de ASAS?
El año 2002 fue un punto de inflexión al respecto, ya que se decide retomar la mejora de las instalaciones, no adecuadas para la labor que se desempeña, y se propone la construcción de una nueva residencia. Esto se puede llevar a cabo tras la destitución de la anterior junta, por no invertir en las instalaciones que se volvieron anticuadas desde sus orígenes y la asociación entró en declive. Desde 2002 se ha construido una nueva residencia, adecuados dos módulos residenciales y el módulo central, se han construido instalaciones deportivas y una nave ocupacional. Ya sólo queda mejorar la cocina y el comedor, cuyo proyecto se pondrá en marcha tras el verano para que esté listo en 2017.
¿Cómo es la relación que mantiene con Dos Hermanas?
ASAS era una asociación sevillana en sus orígenes en los años 70 y acabó instalada en Dos Hermanas por la cesión de unos terrenos por parte de Concha Ybarra, pero su vinculación era escasa. Siempre hemos estado de espaldas a la ciudad, pero a partir de 2002 nos sentimos más integrado y como un elemento activo de la ciudad. Ahora ASAS mira a Dos Hermanas y Dos Hermanas mira a ASAS.
Mirando al futuro, ¿por dónde le gustaría seguir avanzando?
Una vez asentados los recursos de los que disponemos, lo que tenemos en mente es seguir creciendo. Tenemos suelo disponible y nos gustaría ponerlo a disposición de las necesidades en materia de dependencia que demanda la sociedad. Para ello, es fundamental la colaboración de la administración autonómica que es la que mejor conoce estas necesidades y puede ayudar en la puesta en marcha de estos nuevos servicios.