Cáritas Parroquial La Oliva sigue ampliando su red de actuación con la intención de ofrecer un servicio más integral a todas las familias de su entorno que lo necesitan. En sus acogidas habituales, no sólo se reclaman alimentos o ropa, sino que cada vez más los muebles y los electrodomésticos son también objetos de necesidad.
Por ello, se ha puesto en marcha en los últimos meses un nuevo servicio de recogida de muebles o enseres usados que ya no se usan para luego entregarlos a aquellas personas que sí lo necesitan. Este servicio está integrado por cinco voluntarios que en una furgoneta cedida, o en un camión, en caso de necesidad, se desplazan al domicilio del aviso para su retirada, llegándose en alguna ocasión a vaciar una casa completa que ya no necesitaba nada de lo que contenía o algún hotel en renovación de todo su equipamiento.
Todo este material se recopila para su posterior entrega los martes y jueves, cuando el mismo equipo de voluntarios es el encargado de llevar al domicilio de la persona que lo solicita el material requerido.
Un servicio que se puede prestar gracias a la cada vez más extensa red o células de personal voluntario con la que cuenta esta Cáritas, tanto en Dos Hermanas como fuera de ella, porque la necesidad también es mayor. En este sentido, asegura su director, Antonio Fernández, “difícil es la semana que no se recoge nada”, llenándose en las últimas unas seis o siete furgonetas de muebles.
Lo que más se demanda, según el director, son camas, así como lavadoras y frigoríficos, además de material para atender a personas impedidas, como carritos, muletas, camas articuladas o grúas, que se entregan en depósito mientras esa persona lo necesita. Para atender a estos enfermos, Cáritas La Oliva está en contacto con el Centro de Salud de San Hilario, desde donde se hacen las derivaciones.