A todos los inocentes que sufren acoso escolar y a sus familiares
Es imposible leer su carta sin ser interrumpida por las lágrimas que se asoman. No entiendo cómo se sigue colando el acoso escolar, cómo hay personas que no tratan a sus compañeros/as como tales. No sé si es la educación, no sé si es la legislación o simplemente la protección del menor que comete el acto violento.
Matar no es solo coger un arma y acabar con la vida de una persona, asesinar también es dañar con la palabra, los abusos, las lesiones mentales que van robándole la luz a una inocente que aún le quedaba mucho por vivir y sin embargo se encontraba preso ante esa cárcel.
Hoy ya no podrá correr por las calles, no lo verán crecer y madurar, no tropezará con las piedras ni se levantará tras un impulso.
Él ya no seguirá tapando sus heridas, ni ocultando esas espinas que sangraban su mente.
Él ya acabó su gran lucha, dejando a sus padres, a su abuelo y a Lolo vacíos, sin esencia, sin camino.
Solo confío en que se detecte el acoso, se pongan medidas preventivas, apoyo escolar y que nunca más un inocente como Diego, tenga que mostrar su mundo de esta forma.
Un abrazo a toda la familia y en especial a ese ángel que siempre quedará en el recuerdo.
Di no a la violencia, di no al acoso, di sí a la prevención, di sí a una solución.
