Entre los asistentes, artistas como Los Marismeños, toreros (Niño de la Capea) y los ministros Serra y Arenas
Por una alfombra roja desde la puerta de su casa hasta la Parroquia de Santa María Magdalena trajo Antonio Romero, cogida de su brazo y entre una multitud, a su hija Rosa, a eso de las seis de la tarde de ayer, día 7 de diciembre. Les precedían los alegres sones de una tuna, cantando Clavelito y ondeando su bandera. En el rostro de Antonio, la mitad de Los del Río, se reflejaba la felicidad de todo padre el día de la boda de su hija. La meteorología, con una tarde espléndida, también contribuyó a que la boda fuera espléndida.
Minutos antes de las seis llegó al templo, vestido de chaqué, el novio, Juan Cabral Villagrán, en un coche negro de época. Ya en ese momento se congregaban en Los Jardines cientos de nazarenos, entre invitados y curiosos, que no querían perder detalle de los prolegómenos del evento.
Muchas caras famosas
Pocas veces hemos visto a las puertas de la iglesia tanta concentración de caras famosas. Desde las cinco y media comenzaron a llegar invitados a la boda, entre los que podemos citar a dos ministros del gobierno de Aznar (Javier Arenas, ministro de Trabajo, y Eduardo Serra, de Defensa), artistas como Enrique y Tate Montoya o los miembros de Los Marismeños, y toreros como el ‘Niño de la Capea’, todos amigos personales de Antonio y Rafael. También asistieron otras caras conocidas de la alta sociedad como Alvaro Domecq y su hijo, Carlos Goyanes, Cary Lapique o el chef Lucio, dueño del prestigioso restaurante madrileño.
La iglesia estaba abarrotada. Periodistas de la prensa del corazón, emisoras de radio y cámaras de televisión intentaban captar hasta el mínimo detalle. No en vano Antonio y Rafael, especialmente desde el éxito mundial de Macarena, se han convertido en artistas de referencia en el plano internacional, como ya hemos comentado otras veces en este periódico.
Tras la ceremonia, Juan y Rosa recibieron su ración de arroz y se dirigieron, junto a familia e invitados, al convite en Rancho Rocío, en La Puebla del Río. Les deseamos felicidad.
{xtypo_code} Fiel a Dos Hermanas.Tanto Antonio Romero como Rafael Ruiz se sienten muy nazarenos, y así lo demuestran en su vida diaria. El éxito no se les ha subido a la cabeza y prueba de ello es la elección de Dos Hermanas, su pueblo, para una ceremonia tan importante. Arriba, el orgulloso padrino con su hija Rosa, impresionada por el seguimiento mediático que tuvo el enlace. Junto a estas líneas, bello picado de nuestro fotógrafo Claudio García, con la torre de Sta. Mª Magdalena de fondo. {/xtypo_code}
