El día 30 de marzo hizo un año que mi hijo y dos amigos fueron agredidos en la autovía Cádiz-Sevilla frente a Mercedes y Autoger en Dos Hermanas, era un Martes Santo.
Les relato lo que aconteció dicho día, los tres niños iban jugando por la calle Cañalejos dando patadas a una piedra y pasándosela entre ellos, con tan mala suerte que mi hijo le dio más fuerte y rompió el cristal de la puerta delantera derecha de la furgoneta marca Mercedes Vito que estaba allí aparcada en la puerta de una empresa de alquiler de vehículos.
Mal por parte de mi hijo que se fue del lugar por miedo, con toda la razón del mundo visto lo visto, el encargado al ver lo que había ocurrido salió hasta darles alcance en la vía de servicios de esta autovía, les insulto y le pegó a mi hijo, cuando mi hijo le estaba ofreciendo el móvil para que se pudiera poner en contacto conmigo, que soy su padre, para hacerme cargo de los daños.
Se aprovechó de su ignorancia y le pegó hasta dejarlo en el suelo. Denunciamos al agresor, se celebró el juicio y hasta ahí todo bien.
Yo, su padre, no estoy de acuerdo con el resultado del juicio, el niño se le insultó, vejó y agredió, no miró la diferencia de edad y corpulencia de un niño de 12 años con la de él de 46, una altura de 1,80 y un peso de 90 kilos “un combate desigual”.
Él tuvo el gran valor de enfrentarse a un adversario tan temible, hay otras formas de defender los intereses del que te paga, tan simple como haber cogido el móvil y llamar al padre, o sea yo. El resultado del juicio no ha sido lo esperado, ha habido ciertas anomalías. Por ejemplo, a mí se me preguntó si había pagado el cristal del vehículo y nadie preguntó por el estado del niño, ni el propio dueño de la empresa.
Si nos fijamos en lo que dice El Acuerdo del Tratado de la Haya en el Tribunal para la Defensa del Menor, entre muchas cosas, no retener, vejar ni agredir. Fuí al Defensor del Menor en Sevilla, me atiende una señora, no recuerdo su nombre, y me dice que eso no era competencia suya, mi pregunta ¿para qué sirve dicho tribunal en defensa del menor? ¿cuál es o son las competencias del defensor del menor?
No se tuvo en cuenta la diferencia de edad en el juicio. Me dirijo a tí para preguntarte ¿qué sentistes al agredir a mi hijo y qué sientes cada vez que cuentas tu hazaña? A tu familia, en tu reuniones de amigos, compañeros de empresa, en tu hermandad, o delante de tus hijos.
¡Qué valiente fuistes! ¡Eso no se hace!
