Predicar con el ejemplo…. hoy esta frase ha perdido todo el sentido para 400 niños y niñas de un colegio público de Dos hermanas, cuando, ataviados con 400 flores compradas para la ocasión, un responsable de una iglesia de esta localidad los ha expulsado literalmente de sus instalaciones por creer innecesaria su presencia y por estorbar para la misa con horario de doce…
Siguiendo la tradición de todos los años, estos alumnos y alumnas habían preparado durante todo el mes de Octubre, y bajo la supervisión y organización de una compañera de trabajo, unos cánticos religiosos para la citada ofrenda floral a la Virgen de Valme, actividad que se lleva realizando más de una década satisfactoriamente en el mismo lugar.
Es más, este año, tras haber trasladado a un colegio entero hasta sus instalaciones y hacerles esperar en la calle más de media hora, a 400 alumnos y alumnas, con el riesgo que ello supone, les permitieron la entrada ya con la premisa de que había que aligerar su estancia, pues la organización que habían planeado no les estaba cuadrando. Con ello, los primeros cánticos fueron acelerándose de tal manera, que a mitad de una actuación, concluyó el responsable encargado que no era necesario que un curso presentara su actuación, saltando el turno al siguiente curso, los veteranos del centro que este año abandonan nuestro colegio.
No estando de acuerdo accedimos para no descontrolar las actuaciones, y sexto se preparó para sus tradicionales sevillanas de Valme, aunque su alegría poco duró, pues a mitad de la actuación, el mismo responsable paró la actuación a través del micro y obligó a desalojar el templo rápidamente, debido a que a las 12 h en punto se daría paso a la misa del Ángelus. Esta actitud incomprensible fue apoyada por una señora, que de muy malas maneras echaba a los niños fuera de la iglesia despotricando y tratándolos con bastante desprecio
Solo quedaban dos sevillanas, unos cinco minutos, no más, pero no se pudieron realizar…. una mala organización cuyas consecuencias recayeron en 400 alumnos y alumnas que habían hecho una tradicional excursión al centro de la localidad para ser tratados como muñecos de trapo sin importar su esfuerzo y ni mucho menos, sus sentimientos.
No es el contenido, que también duele, son las formas con las que a veces tratamos a las personas, no valorando todo lo que se hace y anteponiendo una orden fría y sin moral a la ilusión y el esfuerzo…
Una mala organización y mala educación… respeto, amor al prójimo, trata como te gustaría ser tratado, nada de rencor…. dónde están esos valores que la iglesia predica. Esta vez, por desgracia, queda reflejado, que no siempre el que predica la palabra es el mejor predicador.
