Con unos impresionantes fuegos de artificio y con acordes de cornetas se puso fin anoche a una de las Romerías de Valme más multitudinarias que se recuerdan. Hasta la una de la madrugada no decayó el ambiente en Dos Hermanas, en cuyas calles era prácticamente imposible caminar en los momentos posteriores a la recogida de la Virgen. Resultó brillantísimo el desfile de carretas, llegadas algunas de los barrios sevillanos de Puerta Osario, Triana, San Julián y Puerta de la Carne.
El centro del pueblo se vio desbordado por numerosas familias de Sevilla y pueblos limítrofes. Marcó el inicio de los actos, en la víspera, la procesión del Santo Rosario, acompañada por un coro de campanilleros y la banda de música. Nos quedamos con esta fotografía de una docena de bellísimas romeras nazarenas que no dejaron de cantarle a la Virgen de Valme tanto en el camino de ida como en el de vuelta.
