Que el ritmo no pare

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1901Encarrilada en la victoria, la PD Rociera superó al San Juan, un rival que no se lo puso nada fácil

Que el ritmo no pare. La PD Rociera sigue imparable en su racha de victorias y esta semana ha vuelto a repetir ante el San Juan, al que venció en casa por la mínima (1-0). Décima jornada de liga y un saldo más que positivo para los pupilos de Cristóbal de la Rosa que atestiguan en su cuenta seis partidos ganados frente a dos derrotas y otro par de empates.

El arranque del encuentro siguió la misma tónica de todos los anteriores disputados en el Manuel Adame: el conjunto anfitrión se esmeró en presionar al contrario. Fruto de esta impetuosa salida fue el único gol del partido, llegado de forma muy temprana, en el minuto 4, gracias a Gordi, que de un trallazo envió el esférico en el fondo de las mallas defendidas por Diego (recordado cancerbero del Dos Hermanas CF).

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En respuesta a este tanto el San Juan optó por abrir lí-  neas. Los discípulos de Pepe Caballos impusieron mayor ritmo al juego y comenzaron a poner en jaque la fortaleza nazarena. Así, en el minuto 16 Camero lanzó una falta directa y a punto estuvo de dar un susto a la Rociera de no haberse desviado el tiro.

No pudo respirar tranquilo durante el resto del periodo el conjunto presidido por Emilio López. Un cuarto de hora más tarde, en el 32, José Carlos, de otro fortísimo disparo, volvió a dar el susto con un lanzamiento que rozó el travesaño.
La Rociera no se había dormido en los laureles. Llegó el turno de réplica. Con un jugador menos en el equipo contrario (Juande fue expulsado en el 36 por doble amarilla), De Dios a punto estuvo de ampliar la ventaja, aunque el buen hacer de Diego truncó las intenciones del delantero local.

Tras el descanso, el comienzo de la segunda parte fue un calco de la primera. Con una Rociera avasallando, pronto se hizo notar un San Juan que no se amilanaba por su inferioridad numérica. Ni Gordi, Vázquez, Chiqui Carmona o De Dios pudieron sorprender al meta Diego, cuyos guantes fueron la ruina de las buenas intenciones de los jugadores auriazules.

La entrega de los locales no se aminoró, aunque la fortuna no estuvo de su lado, ya fuera en el gol anulado a Chiqui Carmona por fuera de juego, así como a la entrega sin recompensa de Miraut.

Por su parte, Cohete, Navarro y Abraham represetaron la artillería pesada del San Juan para romper la superioriad auriazul en el luminoso. Por fortuna, Rivas lo impidió.

En conclusión, lo importante es que los tres puntos están a buen recaudo de los nazarenos, que ya se prepararan para visitar esta semana al Paradas, que llega de vencer por 0-2 al San José.

 

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