Estamos viviendo momentos difíciles.Estos son algunos ejemplos que se están dando en la actualidad en nuestra sociedad y que nos hacen ver hasta dónde puede llegar la desigualdad entre las personas según el estrato social donde cada cual le ha tocado nacer.
-Son 10.8 millones los asalariados mileuristas o sea de cada 10 trabajadores, 6 cobran alrededor de mil euros al mes segun encuesta de la EPA.
-Hay directivos de la comisión nacional de valores que cobran un promedio de 56.250 euros al mes.
-Nuestro país tiene 15 puntos más de media de economía sumergida que el resto de los paises de la Comunidad europea.
La lucha contra el fraude y la economía del actual gobierno ha quedado en meras palabras y además se ha condenado a la precariedad a milllones de personas, sin derecho, sin los mínimos derechos laborales que sería imprescindible garantizar por un gobierno que se reclama de izquierda.
En Andalucía tan solo el 33% del total de personas con prestaciones cobra la prestación contributiva, la derivada directamente del empleo, lo que significa que nuestro empleo ha sido tan precario que nos lastra incluso cuando no lo tenemos.
Las principales consecuencias de la reforma laboral, precariedad, despidos, ataque a la negociación colectiva, desempleo y agencias privadas de empleo.
La Iglesia considera como deber suyo pronunciarse sobre el trabajo bajo el punto de vista de su valor humano y del orden moral en el cual se encuadra, reconociendo en ésto una tarea específica importante en el servicio evangélico completo, contemporaneamente. Ella ve un deber suyo particular la formación de una espiritualidad del trabajo, que ayude a todos los hombres a acercarse a través de él a Dios Creador y Redentor, a participar en sus planes salvíficos respecto al hombre y al mundo y a profundizar en sus vidas la amistad con Cristo.
Los sindicatos son necesarios y actuando en favor de los justos derechos de sus miembros, los sindicatos se sirven también del método huelga, es decir, del bloqueo del trabajo, como una especie de ultimatun dirigido a los órganos competentes y sobre todo a los empresarios.Éste es un método reconocido por la Doctrina Social Católica como legítimo en las debidas condiciones y los justos límites.En relación con ésto los trabajadores deberían tener asegurado el derecho a la huelga sin sufrir sanciones penales personales por participar en ella.Espero que estas reflexiones hayan ayudado a conocer mejor las consecuencias que van a derivarse de esta nueva reforma laboral y los criterios que como cristiano debemos tener en cuenta a la hora de plantearnos responsablemente nuestra implicación en la construcción de una sociedad mejor y más justa.
