Los alumnos del Galileo Galilei elaboran sus propias normas de convivencia

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    1401‘El Decálogo para una convivencia pacífica’ es fruto de un trabajo en equipo

    Los alumnos del IES Galileo Galilei han sido los protagonistas del procedimiento para la elaboración de las pautas de convivencia del centro, que se acaba de completar. La intención de la dirección del centro con la puesta en marcha de este proceso era lograr la implicación del alumnado para que hagan suyas la pautas de convivencia y no la vean como algo ajeno o impuesto por terceros.

    Para ello, durante el primer trimestre, a los alumnos se les entrenó en el trabajo cooperativo con las técnicas y dinámicas del trabajo en equipo. Tras este adiestramiento, al comienzo del segundo trimestre se puso en marcha el procedimiento, estructurado en siete fases. Para ello se crearon seis espacios de observación (aula, servicios, pasillos y escaleras, entradas y salidas al centro y autobús, patio y cambios de clases) y seis equipos por aula, con cinco alumnos cada uno.

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    En la primera fase, estos equipos se dedicaron a la observación durante una semana de las actitudes positivas y negativas del alumnado en los diferentes espacios de observación. En la segunda fase, los alumnos, por espacios de observación, se reunieron para una puesta en común de lo observado.

    Durante la tercera fase se tanteó sobre lo que le gustaría a los alumnos que mejoraran en cada uno de los espacios, poniendo en marcha una serie de pautas de convivencia. La idea del centro es que no fueran muchas, sólo un decálogo, ya que, como comenta su director, Manuel Gotor, “mientras más normas, más incumplimientos”. Además, se le inculcó a los alumnos, prosigue, “que las normas se redactasen en positivo, como, por ejemplo, durante las clases el alumno permanecerá tranquilo en el aula en lugar de está prohibido salir durante las clases”.

    Con una observación por parte de los tutores, así como del alumnado, de esas pautas de convivencia durante un periodo de tiempo se finalizó la cuarta fase del procedimiento que dio paso a una quinta. En esta, se reflexionó, con una puesta en común, sobre la adaptación de las diferentes pautas a los espacios del centro, con sus correspondientes actitudes positivas y negativas por parte del alumnado.

    En la sexta y penúltima etapa se realizaron una serie de propuestas de cambio en lo que a actitudes negativas se refiere para aquellas propuestas que no se cumplían. Se analizaron las causas que la provocaban y sus consecuencias, así como las propuestas de mejora. En la séptima y última fase se produce la intervención del tutor para alcanzar acuerdos  con los alumnos para mejorar o cambiar los comportamientos negativos.

    El proceso culmina con un compromiso por parte del alumno o grupo de alumnos, que ha incumplido una de las pautas de comportamiento, a llevar a cabo un cambio en su actitud para conseguir una mejor convivencia. Entre las acciones que se contemplan, destacan la petición de disculpas, arreglar o reparar el daño material causado o respetar la opinión de los otros.

    Con la puesta en marcha de este proceso, “los alumnos han tomado conciencia de lo que está mal hecho y van regulando y mejorando la convivencia”, concluye el director, quien ha valorado muy positivamente esta iniciativa.

    {xtypo_code}Los grupos con buen comportamiento tendrán Galibonos

    Dentro de la filosofía del IES Galileo Galilei de mejorar la convivencia del centro, la dirección ha decidido poner en marcha, como complemento al Decálogo para una convivencia pacífica, el sistema de los Galibonos. Un procedemiento por el que los grupos, por su buen comportamiento, obtienen una serie de bonos que al final de curso pueden canjear por premios. Recibirán Galibonos si entregan las tareas encargadas por los profesores, con la obtención de una buena calificación general en una prueba o examen, por la limpieza y orden del aula, por su puntualidad, por su trabajo eficaz, por un buen comportamiento en actividades fuera del centro o por la solución de problemas de manera pacífica.
    Cada profesor dispondrá de cuatro bonos por asignatura de tres ó cuatro horas que imparta y por trimestre, y de dos bonos por cada asignatura de dos horas. El profesorado que imparta las optativas en un grupo se repartirá cuatro bonos según el número de alumnos. Los profesores de Religión y Atención Educativa tendrán un bono cada uno, mientras que el tutor dispondrá de dos bonos. Cada grupo podrá obtener, por tanto, un máximo de 36 bonos en un trimestre.
    Los comportamientos negativos de algún alumno puede suponer su no participación en el premio final del grupo, que puede oscilar entre una proyección de una película (6 galibonos) a una visita al Parque de las Ciencias de Granada (36 galibonos), así como un bolígrafo, gorra, tarde de cine u otro tipo de excursiones.{/xtypo_code}

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