Hace falta ya lo que llevamos pidiendo hace tiempo, la elaboración de un Plan integral para Los Montecillos. No se puede dilatar más esta ineludible tarea visto el deterioro que está sufriendo el barrio. Cuando se hace necesario construir una barriada de viviendas sociales se pone de manifiesto el fracaso de las políticas sociales del Ayuntamiento.
Que una familia reciba una casa gratuita, porque en ningún caso pueda acceder a una normalizada o de VPO, significa probablemente que es causa de un proceso de marginación social. ¿Qué tipo de control ha habido en las familias a las que se le dieron los pisos? Estos se convierten en focos de marginación, tráfico de drogas y delincuencia, de donde las familias normalizadas se tienen que ir.
No ponemos en duda el buen hacer de los técnicos/as de la zona, pero está visto que no es suficiente. No se trata de estigmatizar el barrio, no se trata de echar balones fuera o el pim, pam, pum con la oposición, no entremos en la demagogia barata de los políticos.
Hay que ir buscando los cauces con la participación de todos, para la elaboración, acompañamiento y evaluación del plan integral que permita la mejor solución a los problemas de marginalidad social, seguridad, empleo, asuntos sociales, vivienda, salud y educación.
Pero haría falta un comisionado o comisión mixta de seguimiento que responda a la necesidad imperiosa, no solo de frenar el deterioro progresivo y la impunidad en la zona sino de:
• Lograr la normalización y conviviencia ciudadana en un lugar de marginación y exclusión social.
• Dar respuesta a las reivindicaciones planteadas por el movimiento vecinal.
Esta comisión mixta se encargaría de la gestión pública y social del proceso y deben integrarla los responsables políticos, técnicos/as representantes de las administraciones públicas y vecinos/as. Estos serían los encargados de establecer unas directrices de carácter general a medio y largo plazo.
Sus funciones deberían ser:
• Aportar visión estratégica integral.
• Garantizar la continuidad del compromiso político y presupuestario.
• Servir de foro de coordinación e integración de las administraciones en su impulso revitalizador de la zona.
• Aprobar el plan de la zona, así como la programación anual decidiendo las líneas estratégicas del mismo.
• Valorar la evaluación general del plan, especialmente el grado de desarrollo operativo y la asignación presupuestaria de las actuaciones.
• Impulsar la participación de todos los agentes implicados como medio para favorecer la transformación integral de la zona.
Por todo esto, desde la coordinación de Cáritas Arciprestal creemos que otro barrio es posible.
