El fiscal pide para cada uno dos años de prisión por provocar la manifestación que acabó con un muerto y 19 heridos
Ayer, 26 de Junio, en la sala de armas del cuartel de San Hermenegildo de Sevilla, se celebró consejo de guerra contra nueve nazarenos acusados de responsabilidad en los sucesos ocurridos el 21 de Julio de 1931. Ese día, una manifestación de obreros se dirigía desde El Arenal, por calle Real, hacia la fábrica de la luz, con el objeto de “convencer” a un esquirol que se había negado a secundar la huelga general por las 8 horas de trabajo. En la esquina del callejón de San Luis dio el alto a los manifestantes el Teniente de la Guardia Civil, Francisco Leyva que, ante la negativa de retroceso, disparó al aire y al suelo. Las balas rebotadas hirieron a 19 personas y mataron al campesino Manuel Alcoba.
Lor procesados en esta causa son Fabián Cala (en la foto de la derecha), Juan Miguel Roldán, Manuel Arias, Federico Alanís, Juan Genares, José Sexto, Antonio Gordillo, Francisco Rivas y Rafael Márquez. En el juicio se les acusa de exaltar a las masas para lograr el abandono del trabajo de las criadas y provocar la posterior manifestación. “Lejos de obedecer a las intimidaciones de la Guardia Civil”, dice el fiscal, “respondieron a ellas con piedras y algunos disparos, obligando a la fuerza pública a reprimir la algarada con el uso de las armas”. Para todos ellos se piden dos años de prisión, excepto para Fabián Cala, para quien se piden tres.
Las defensas abogaron por la absolución, aduciendo falta de pruebas abrumadoras, falta de cultura y raciocinio (en el caso de Antonio Gordillo) e incluso señalaron que alguno de ellos no estaba en Dos Hermanas el día de autos. Ante la pregunta del presidente del Tribunal (el teniente José Alonso de la Espina), todos los acusados se declararon inocentes. Mañana el tribunal comunicará el fallo a los acusados. La impresión es que se ajustará a las peticiones del fiscal, excepto en el caso de Rafael Márquez, considerado débil mental, al que se le puede reducir la condena a seis meses.
Pudo ser peor
Para Fabián Cala Jiménez, militante de la CNT, el tribunal pide tres años de prisión correccional, un año más que al resto de acusados. La razón es que se considera probado que, mientras los demás manifestantes respondieron a la Guardia Civil con piedras, Cala respondió con su revólver. Los obreros consideran a Cala un héroe, porque logró que la Guardia Civil dejara de disparar y por tanto, impidió un mayor número de muertos. Se le imputa un delito de ofensa a la fuerza armada.
Pudo ser peor
