Creo que ya se puede dar una explicación más o menos razonable a una realidad que quisiera transformar en educadora y transmisora de ciertos valores medio ambientales.
Quienes pasamos a diario por la Avda de los Padres Blancos, entre la Hacienda de Quintos y la rotonda de la Avda de Europa y vemos los troncos de los pinos carrasco que fueron talados hace ya más de un año y que siguen mostrando la peligrosa inclinación por la que presuntamente fueron talados, no podemos más que pensar, que aún no han sido arrancados totalmente para replantar nuevos ejemplares, porque alguien querrá inculcarnos en el subconsciente, la cruda realidad que nos dice que el que crece torcido, muere talado.
Esta peregrina argumentación, que puede parecer disparatada, tiene ya su sentido para los padres y los niños del colegio Europa que han visto como junto a la parada de los autobuses se talaba, sin reponer, un árbol por este motivo; pero dentro de pocos años, también tendrá sentido, para quienes esperan a sus hijos a la salida de la academia de inglés que hay en la calle París, donde junto al nº 8, crece una grevillea sin tutor que también será talada, y esto no habrá sucedido por falta de medios o porque no se haya escrito, sino por la total desatención de quienes deberían de preocuparse por guiar el desarrollo de todos nuestros árboles.
Y así, podremos entender también, en un futuro, la causa de la desaparición de las casuarinas que hay frente a la puerta principal de la piscina de invierno, a las que se les está haciendo un corte alrededor del tronco para secarlas, o la desorganizada repoblación sin criterio con la que se está acometiendo la reurbanización de la Avda de Montequinto tras las obras del metro, donde junto al supermercado MAS se dejan amplios acerados sin arboleda, se arranca la frondosa arboleda consolidada que había junto al colegio Gloria Fuertes, o se deja sin los alcorques que tenía, el nuevo acerado que hay entre Cinequinto y la Avda de Europa, a lo que sólo faltará, que también los nuevos aparcamientos que se hagan en superficie junto a la parada del metro en Condequinto, no lleven la cubierta vegetal protectora y saludable que podrían proporcionar nuestros árboles.
