“Hay niños que piensan que hay fantasmas porque crujen mucho las maderas en esta casa”, comenta la encargada
El primer niño que entró preguntó si podía leer un comic de Astérix. De aquel momento se ha cumplido ya un año. La apertura de la Biblioteca Pública se produjo el día 4 de febrero de 1983, y la casa de los libros ha soplado su primera velita de cumpleaños con un rotundo éxito. En este primer año de vida, sus números hablan por sí solos: son ya 1.400 las personas que se han sacado el carnet, ha recibido 21.492 visitas y el fondo bibliográfico se ha multiplicado por dos, llegando actualmente a los 8.500 volúmenes.
Maria del Carmen Gómez, encargada de la biblioteca, recuerda aquel día 4 de febrero de hace un año: “Estaba lloviendo y hacía mucho frío, y no sabíamos si iba a venir alguien. Cuando abrimos la puerta, nos llevamos una sorpresa porque había varias personas esperando, y en total ese día vinieron unas 40. Desde entonces, unas cien personas nos visitan diariamente para leer cuentos o para consultar las enciclopedias”.
En la tarde de ayer, para celebrar el entusiasmo con que ha arrancado este proyecto, la biblioteca se llenó de flores y globos de colores, y durante varias horas sonaron piezas de Beethoven y Vivaldi.
“Una casa misteriosa”
A pesar de contar solo con un año de vida, la biblioteca ya reivindica algunas mejoras, como es la ampliación del personal, que actualmente es de dos trabajadores: la encargada y un auxiliar. De esta forma podría abrirse más horas, no sólo por las tardes y sábados por la mañana. Aumentar el actual presupuesto de 800.000 pesetas también se antoja prioritario, para permitir la adquisicón de novedades literarias. Pero sobre todo, el edificio que alberga a la Biblioteca Pública dista mucho de reunir las mejores condiciones. Es la antigua finca de recreo de la familia de los Abaurre, una vieja casona de tres plantas (la biblioteca ocupa la primera) con un alto índice de humedad. Los jóvenes socios comentan que se trata de una casa misteriosa, “porque continuamente crujen las maderas” y “parece que de un momento a otro va a aparecer un fantasma”.
Sin embargo, lo que más preocupa a su encargada no es la existencia de seres sobrenaturales (¡que los hay, seguro!) sino de conquistar la planta baja como salón de actos, ya que en un principio estuvo ahí ubicado el conservatorio de música y ahora un grupo de preescolar.
Una bibliotecaria muy original
Maria del Carmen Gómez Valera es una joven nazarena de 25 años, licenciada en filología inglesa, que lleva ya un año como encargada de la biblioteca. Dice que estudió esa carrera para viajar y conocer mundo, y que en un principio sólo aceptó el trabajo de la catalogación del fondo local como algo provisional. Sin embargo, auguramos a la señorita Gómez una larga estancia en Dos Hermanas, porque no parece que este trabajo vaya a ser tan provisional. Ha sacado adelante la plaza y ha volcado todo su ímpetu no sólo en atender a los cientos de jóvenes que pasan por aquí diariamente, sino en organizar otras actividades culturales paralelas, como conferencias, exposiciones, lecturas, encuentros literarios o teatro. De momento, el presupuesto es corto, pero la andadura de la bilbioteca acaba de comenzar. De momento, nos unimos a su deseo: “….y que cumpla muchos más”.
Una bibliotecaria muy original
