DESEO, PELIGRO
No se puede negar que el director chino Ang Lee es ciertamente polifacético. En su filmografía se pueden encontrar comedias (El banquete de bodas o Comer, beber, amar, por las que fue nominado al Oscar), dramas de época (Sentido y sensibilidad), filmes de acción (Hulk), la gran Tigre y Dragón y un western atípico como Brokeback Mountain, que le dio el Oscar al mejor director. Con su última obra, con la que ha vuelto a rodar en China tras unos años en Hollywood, y que le ha otorgado su segundo León de Oro en el Festival de Venecia, conquista un terreno que antes no había explorado: el thriller con tintes eróticos.
Hong Kong-China-Estados Unidos, 2007. (159')
Título original: Se, jie.
Director: Ang Lee.
Producción: William Kong, Ang Lee.
Guión: Wang Huiling y James Schamus, sobre el relato de Eileen Chang.
Fotografía: Rodrigo Prieto.
Música: Alexandre Desplat.
Montaje: Tim Squyres.
Intérpretes: Joan Chen (Sra. Yee), Wang Lee-Hom (Kuang Yu Min), Chih-ying Chu (Lai Tsu Jin), Jing-hsien Kao (Huang Lei), Yue-Lin Ko (Liang Jun Sheng), Kar Lok Chin (Tsao), Su Yan (Ma Tai Tai), Caifei He (Hsiao Tai Tai), Ruhui Song (Tía de Wang), Anupam Kher (Director de la joyería), Liu Jie (Leung Tai Tai), Hui-Ling Wang (Liao Tai Tai).
La historia se sitúa en la China ocupada por las tropas japonesas de los años cuarenta del siglo pasado. La joven Wang Jiazhi entra en un pequeño grupo de teatro universitario, cuyos miembros forman parte de la resistencia al régimen que los lidera, al invasor, y a los compatriotas que trabajan para ellos. Como parte del plan, Wang Jiazhi se verá obligada a iniciar un romance con el esquivo y poco confiado señor Yee, una de las más poderosas figuras militares de la ciudad.
Ang Lee rueda con mucha maestría una historia de amor, en la que ninguno de los personajes se siente cómodo porque ninguno de ellos está en situación de entregarse por completo a la pasión que poco a poco les atrapa, al deseo que les inunda. En ese sentido guarda mucho parecido con su anterior cinta, Brokeback Mountain.
En la historia, las escenas de sexo son de vital importancia, y no son, en absoluto, gratuitas, y aunque han dado mucho que hablar (en Estados Unidos le han otorgado una calificación de NC-17, equivalente a la X) dichas escenas son imprescindibles para entender la evolución afectiva de los personajes, y están rodadas con suma elegancia.
La película intenta reflejar el ‘enfrentamiento’ entre dos sentimientos básicos del humano, que le mueven en sus actuaciones: el deseo y la sensación de peligro. Aunque el sexo se desata, las emociones están contenidas, por el peligro que conllevaría a los personajes caer en ellas, cada uno por un motivo completamente opuesto.
El problema de la cinta es su tedioso comienzo. Lee tarda muchísimo en meterse en materia, y la presentación de la historia es larguísima, con momentos ciertamente aburridos, y no es hasta que la relación entre los dos protagonistas comienza cuando de verdad la película resulta interesante.
Pero si tenemos que hablar de un descubrimiento en la película, ese es sin duda su actriz protagonista, Tang Wei, que (aunque no lo parezca), con este filme debuta en el cine, y lo hace delante de las cámaras, cuando en realidad ella se ha graduado en Dirección en la Academia de Drama de Pekín, por lo que su carrera iba encaminada a ocupar el otro lado, el de directora.
Deseo, peligro, además de ser la ganadora del último Festival de Venecia, ha sido premiada también recientemente en los premios Satellite a la mejor película de habla no inglesa del año, aunque el camino del Oscar lo tiene bastante más difícil.
