Se nos fue, se nos fue. El tren que todos los días lo traía hasta “Canta el Gallo” no lo traerá más. El jueves 11 sobre el mediodía se fue en el último tren cuyo destino aún no conocemos y casi, sin habernos avisado. Inagotable paciencia, persistente optimismo, entusiasmo y dedicación, eran una pequeña parte de tus grandes cualidades. Trabajador incansable, lleno de ideas, proyectos, agrupaciones flexibles, talleres… y esperanzas que cambiasen hábitos y atendiesen mejor las necesidades educativas de nuestros alumnos, …querido orientador…
…Nos dejaste una gran herencia en un difícil y complejo camino.
Diste un gran ejemplo a muchos, quizás algunos aprendimos de ti que la vida es sólo un puñado de segundos que se van escapando de las manos, pero tenías las manos tan llenas ocupándote y atendiendo a tus alumnos que tal vez alguno de esos segundos no te lo dedicaste a ti, pero no te cansabas, sólo te oíamos decir que “valía la pena”. Y tanto valió la pena, que muchos de nuestros alumnos bebieron de tu bondad y casi me atrevo a decir que “haciendo las veces de padre”, probablemente calmaron la sed.
También me vienen recuerdos a la mente, difícil de olvidar, como cuando representabas a un vendedor ambulante con el portátil, el proyector y el DVD y anunciabas todos los años, por marzo, las mejores cualidades de nuestro IES por las escuelas de Dos Hermanas, posiblemente, en una de esas presentaciones comprendí la pasión que sentías por tu IES, tu querido IES, este IES Torre de los Herberos que hoy no te encuentra en tu despacho. Y rincones, aulas, pasillos, y todos los que formamos la comunidad educativa lloramos tu ausencia.
Siempre te recordaremos
Gracias por todo
