La excursión a la localidad pacense es el colofón a un año de actividades
El pasado sábado los niños del Grupo Cristo Joven del Ave María, formado por chicos de entre ocho y 13 años, regresó a Dos Hermanas después de pasar varios días de excursión en Monesterio, Badajoz, donde acudieron para poner el punto y aparte a un año repleto de actividades en las que se fomenta la vida cristiana.
Convivencia
El lugar elegido para pasar estas jornadas de convivencia ha sido el cortijo ‘Los Cotos’, a cuatro kilómetros de Monesterio, en un entorno rural sin parangón. Los 22 jóvenes del Ave María, acompañados por sus ocho monitores, pudieron disfrutar de la compañía y la amistad de los miembros de otros grupos ‘Cristo Joven’ venidos de otras parroquias como la de Los Bermejales o San Roque.
Es la primera vez que el grupo del Ave María participa en este campamento en Monesterio, pero, tras ver la cara de tristeza de los pequeños al despedirse de sus nuevos amigos, sin duda que no será la última. Según comenta Juanjo, uno de los coordinadores, “los niños han hecho grandes amistades, desde el momento en que se sientan todos juntos a comer o para jugar en la piscina; a la hora de depedirse, muchos lloraban porque no saben cuándo volverán a ver a sus amigos”. Si por los niños hubiera sido, no habrían salido de allí nunca, “al preguntarles si lo habían pasado bien, nos decían que querían volver la semana que viene”.
Un día de convivencia cristiana en el campamento comienza con una pequeña catequesis, el ‘buenos días’, y durante la jornada se suceden actividades como gymkhanas, talleres, deportes varios, el ‘buenas tardes’ y el ‘buenas noches’ antes de irse a la cama. Asimismo, fue destacable una eucaristía en medio del campo, “un marco precioso”, en palabras de Juanjo, en la que insluso un niño hizo su primera comunión.
Los jóvenes también disfrutaron con una pequeña fiesta de despedida en la que montaron sus propias actuaciones. En un lugar sin televisión ni videoconsolas, “sale su imaginación a romper, se les ve llenos de alegría y felicidad”, comenta Juanjo.
Para el año que viene está prevista la creación de otro grupo de jóvenes cristianos en la parroquia de La Oliva