Alfama, especialistas en cortinas y ropa de hogar, ofrece diseño, calidad y un buen servicio

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Esperanza y CheloCuenta con taller propio y exposición con las últimas tendencias

Esperanza y Chelo forman el equipo perfecto, “o eso dicen los que nos conocen”, bromean estas dos empresarias nazarenas, que son compañeras de colegio desde los tres años y grandes amigas.
 Chelo empezó con 17 años en el mundo de la confección y lleva 15 dedicada a este oficio. Es la encargada de gestionar el taller de Alfama, una nueva tienda especializada en cortinas y ropa de hogar que ha abierto sus puertas recientemente en Dos Hermanas. Esperanza siempre ha trabajado de cara al público y es la encargada de la tienda, de atender a los clientes. “Somos distintas pero complementarias”, aseguran.

 

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Todo en hogar
Una de las ventajas de Alfama es que dispone de taller propio, por lo que los clientes pueden pedir “lo que quieran en diseño de ropa de hogar. Hemos llegado a hacer incluso techos para coches de caballos y para casetas de feria”, afirma Chelo. Por lo que normalmente piden de todo: visillos, cortinas, ropas de camilla, fundas de almohadas o cojines, y dormitorios completos para bebés.

“Lo más sorprendente es que los clientes son más exigentes cada vez”, dice Esperanza. “Saben lo que quieren, vienen con revistas especializadas pidiendo lo último que acompañe a sus muebles o a su estilo de vida”, corrobora Chelo. “Y nosotras lo tenemos”, apostilla Esperanza.

En la tienda se aprecian los distintos ambientes, rústico, diseño, clásico o wengé, que son las tendencias de la temporada, así como “el panol japonés con galería, los visillos de organza, las telas con estampados de terciopelo, el yute cien por cien o los estampados pintados”. Además, otra de las grandes bazas de Alfama es que trabajan con fabricantes en exclusividad, por lo que las telas de su tienda “no las tiene nadie más en Dos Hermanas”, dice Esperanza.

Rapidez y calidad
Sin duda, las características esenciales de Alfama son su rapidez y su servicio post venta. “Desde que el cliente entra en la tienda hasta que se lleva el pedido pasan unas tres semanas. Una para darle presupuesto, otra para confeccionarlo, y una última para realizar algún cambio que sea necesario”, explica Chelo. La división de tareas y funciones es la clave de esta rapidez en el servicio que ofrecen estas dos mujeres empresarias.

El proceso es bien sencillo: los clientes escogen los tejidos y se les da presupuesto. Después, Chelo, que además de confeccionar ha estudiado Decoración, asesora sin compromiso visitando la casa del cliente. Este servicio es gratuito, “algo que sorprende mucho a la gente, pero que es una de nuestros logros”, comentan. También cuentan con servicio opcional de instalación y montaje, además de un cuidado servicio postventa en el que se solucionan sobre la marcha los problemas que puedan surgir a los clientes.

Además de estos factores, influye el que, a pesar de llevar abierto sólo tres meses, los precios son competitivos y trabajan directamente con el fabricante, aparte de ofrecer sólo calidad. “Aquí viene un tipo de público que sabe lo que quiere, que no va buscando tejidos para salir del paso, sino calidad, diseño y actualidad, pero sin unos precios elevados”, dice Esperanza.

Ahora en verano es una de las épocas fuertes de este tipo de negocios, puesto que son muy frecuentes las renovaciones de ropa de hogar y también las bodas, con los consiguientes arreglos en casa y pisos para los recién casados. La otra época es a partir de octubre, cuando se empiezan a comprar las ropas de camilla. “Ése será uno de nuestros puntos fuertes este invierno. Habrá precios sin competencia”, aseguran.

ALFAMA
Avda. Reyes Católicos, 1. Local D.
95 508 23 65

 

Alfredo, Fátima y Marta
Entre Esperanza y Chelo hay una complicidad envidiable que hace que el negocio funcione, además de complementarse en las tareas, puesto que la primera está en la tienda y la segunda en el taller. Pero su relación es también de amistad y cuando tuvieron que poner nombre a su negocio no lo dudaron: las primeras letras de los nombres de sus hijos formarían este acrónimo. Por lo que Alfama proviene de Alfredo, Fátima y Marta, que se sienten muy orgullosos de esta decisión. 

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