Por alusión a mi modesta persona, replico al ciudadano Saturnino Cintas Navarro. Usted confunde mi denuncia contra industriales, comerciantes y profesionales por la convertibilidad del euro en cien pesetas desde el primero de enero de 2002.
Usted confunde mi denuncia con los genocidas del pueblo palestino. La historia nos demuestra que los hebreos solo entienden de beneficios, y no me refiero nada más que a los de la península ibérica. Sin ser monárquico reconozco que si los Reyes Católicos no decretan en 1492 la expulsión de los hebreos de España, se apoderan de nuestro país.
Ignoro si usted es uno de estos hebreos peninsulares o es un obrero perjudicado por la expresada convertibilidad monetaria. Así mismo, no me cabe la menor duda que en Israel hay una clase obrera que sufre las penurias económicas como todos los obreros del mundo capitalista.
Jamás mi modesta persona menospreció las grandes cabezas hebreas, y tomo como ejemplo a Albert Einstein, alemán de nacimiento y naturalizado norteamericano, que formuló la Teoría de la relatividad de suma transcendencia en la ciencia moderna. Dotado de elevados sentimientos intervino constantemente en favor de la paz mundial, premio Nobel en 1921.
Al denunciar a los hebreos peninsulares, en el negocio redondo de un euro cien pesetas, no hacía nada más que una observación lógica y no acusaba de ladrones y usureros a los hebreos peninsulares. Ni hacía ningún mitin antisemita. Posiblemente usted es muy joven y no ha sufrido mucho en la vida, vive en una sociedad de consumo y no conoció el bloqueo internacional entre 1945 y 1953 al general Franco, bloqueo que sufrió el pueblo trabajador y que aprovecharon los hebreos peninsulares para amasar grandes fortunas a costa de la miseria donde vivían diariamente los citados trabajadores. Espero conocerlo algún día y dialogar sobre el tema que es muy interesante.
