Señora Rafi Silva Sánchez:

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Me siento muy bien cuando sé que las personas leen, a mi me da vida, la felicito. Yo también he leído su carta y me explico su punto de vista, ya que si usted estuvo por Sta. Mª Magdalena, Plazoleta de Valme, Pachico y Mina, es muy natural. La plaza del Arenal nunca podría verla con toda esa alegría a la que usted se refiere, exceptuando claro está, el día de la Cabalgata de los Reyes Magos.

No tengo el gusto de conocerla y no sé si me conoce. Lo único que puedo decirle, es lo que pasó por este casco antiguo de la ciudad.
No es mi punto de vista, solo es que por este centro no pasa nada de nada, ¿cómo le puedo decir que hubo música y alegría, campanilleros, chocolate y demás? ¡Lo que se dice nada! Solo los Reyes Magos y su cortejo y no los pudimos contemplar porque los caramelos nos los estrellaban en la cara. ¡Ah! todavía se nos quedan los pies pegados cuando salgo a tirar la basura.

Me gustaría que nos conociéramos algún día, hablaríamos largo y tendido.
Dice que lleva 21 años viviendo aquí, yo soy de Dos Hermanas, estoy aquí desde hace 77 años y, no me importe decirlo, me siento muy feliz de podérselo contar.

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No dudo de que viera a las personas contentas, yo también las veía, pero creo que menos que usted. No porque mis ojos vean menos que los suyos, solo porque cuando veía tantas personas felices, me acordaba de amigas mías, que no solo no verían nada alegre, sino que nadie se acordaría de ellas, y que no tendrían dinero para regalar nada a sus hijos y nietos. Sería por eso, lo siento, todo esto que le digo es triste, pero es así. No es nuestro punto de vista, es lo que cada una vemos en lo que nos rodea ¿no le parece? o puede ser también cómo nos sentimos.

Por favor, siga escribiendo, aquí tiene una amiga que estará impaciente por leer sus cartas. Yo digo como esa canción tan bonita, "yo quiero tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar". Eso es lo mejor de este mundo, ser buenas personas y que nos quieran, para que todos juntos podamos cantar algún día.

Ahora quiero aprovechar para darle este mensaje a los Reyes Magos. Por favor, tirar los caramelos más suavecitos, que así os podremos ver bien. ¡Ah! Tirad menos caramelos y así tendréis para tirar juguetes pequeñitos que no hagan daño a los niños que son tan tiernos y tan lindos.

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