El protocolo de actuación permite detectar precozmente los déficits auditivos e iniciar el tratamiento junto a la rehabilitación
Antes de su protocolización, el programa sólo se aplicaba a aquellos recién nacidos con indicadores de riesgo
El Hospital de Valme ha concluido el estudio de 4.000 recién nacidos en un programa de Detección Precoz de la Sordera Infantil durante un perido transcurrido entre el mes de marzo de 2005 y el presente mes de mayo. A lo largo de este tiempo se ha aplicado de forma protocolizada y al total de recién nacidos con el objetivo de realizar un diagnóstico a edades tempranas y favorecer de este modo el inicio de un tratamiento y la rehabilitación adecuada.
Antes de su protocolización, el programa estuvo funcionando previamente para recién nacidos que conformaban indicadores de riesgo, como son los antecedentes en familiares, infecciones perinatales, alteraciones craneofaciales, recién nacidos de bajo peso, entre otros casos, pero los profesionales estimaron más oportuno su funcionamiento de forma generalizada a la totalidad de recién nacidos con el fin de evitar sesgos y detectar todos los casos posibles.
Según las estadísticas sobre la sordera en la población infantil, uno de cada mil niños es sordo profundo y de tres a cinco de cada mil presentan algún problema de audición.
El protocolo de actuación, denominado ‘Otoemisiones Acústicas’, es un procedimiento sencillo e indoloro que no ocasiona molestias al niño. Consiste en la emisión de un sonido a través de un auricular, que en caso de audición normal la prueba registra la presencia de una señal. El protocolo incluye tres filtros: el primero antes del alta; si la valoración no es normal, antes del segundo mes de vida, se cita a otro control; y el tercero, antes del sexto mes, si la valoración sigue siendo anormal. Tras esta última exploración se confirmará la existencia de esta enfermedad y se aplicará un tratamiento.