Cosas del Norte

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    Llevando varios meses en Estocolomo, uno comienza a darse cuenta de las grandes diferencias culturales que existen entre España y Suecia. Hay hábitos que sigo sin entender y otros que adopto como propios. Sin embargo, el cuadro del paisaje social sueco se pinta con pinceladas cortas y frías. El distanciamiento que existe en los países escandinavos es una de las cosas a las que más me cuesta adaptarme. Echo de menos la espontaneidad, la extroversión y la emoción latina, ese toque de alegría. 

    Las severas condiciones climáticas han forjado el carácter nórdico en donde a primera vista la sociabilidad brilla por su ausencia. Los suecos son más cautelosos a la hora de hablar y hacer contactos nuevos. Es una mezcla de herencia cultural y timidez que a veces puede dar la impresión de prepotencia.
    Nuevo para mí es que la gente no se da besos al saludarse, se da la mano y si hay una relación familiar o de amistad uno se abraza. A los mediterráneos nos cuesta menos expresar y mostrar nuestras emociones al exterior. Somos también mucho menos planificadores, vivimos más el día a día, mientras que aquí en el norte se planea mucho más. El llegar diez minutos tarde en Suecia es considerado de muy mala educación, en España es llegar a la hora acordada.
    Los suecos inventaron el distribuidor de tickets. ¡No se olvide de coger un ticket para saber cuando le toca su turno ya sea en el médico, la pescadería o el ayuntamiento! La gente además hace cola cuando esperan al autobús, he llegado a ver una hilera de hasta… 40 personas.
    Otro ejemplo de la planificación es que la mayoría de los hogares suecos no tienen lavadora, ni secadora en la propia casa. Los vecinos suelen tener una lavandería privada que comparten con un calendario de turnos. Eficiente idea, ya que es un ahorro en espacio, dinero y ruido. Y muchas veces hay hasta una sauna, probablemente para esperar mientras la ropa se lava y se seca.
    Lo que ya tengo bien aprendido es quitarme siempre los zapatos antes de entrar en cualquier casa sueca, siendo la propia o la ajena. Un hogar sueco sólo debe  pisarse descalzo, en calcetines o con zapatillas. Es debido a que la mezcla de nieve y suciedad suele ser dificil de limpiar en suelos de madera… 

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