El último tramo del Jueves Santo y la Madrugá del Viernes Santo no se entienden en Dos Hermanas sin dos de las advocaciones más arraigadas en la ciudad. Dos corporaciones que en esta Semana Santa aciaga de 2024, meteorológicamente hablando, tuvieron clara su decisión, optando por una suspensión de la estación de penitencia adelantada.
Antes de las 16:00 horas, cuando faltaban cuatro horas para que pusiera su cruz de guía en la puerta de la Capilla de San Sebastián, la Hermandad de la Vera-Cruz anunciaba en sus redes sociales que no realizaba estación de penitencia. La junta de gobierno aseguraba que los partes meteorológicos consultados eran adversos y, como se esperaba, esta corporación que el pasado día 20 celebraba sus 480 años de historia no iba a poner en la calle a la talla más antigua que procesiona por las calles de Dos Hermanas.
En lugar de la estación de penitencia, la hermandad celebró en su capilla un acto piadoso, concretamente, el rezo del Vía-Crucis, a las 20:00 horas, hora en la que estaba fijaba su salida. Media hora más tarde, se abrirían las puertas de la capilla, con numeroso público ya esperando en la calle para poder ver a los titulares de esta corporación del Jueves Santo en sus pasos. A las 22:30 se procedió al rezo del Ejercicio de las Cinco LLagas y del Santo Rosario para poner fin a esta jornada diferente.
Iba a ser un Jueves Santo especial en la calle, el primero de la nueva junta de gobierno que preside Jesús Lato Redondo, tras varios años rigiendo una junta rectora la vida de la hermandad. El Cristo de la Vera- Cruz lucía sobre un monte de lirios morados, mientras que la Virgen del Mayor Dolor, bajo palio, presentaba un sobrio y sencillo exorno floral de claveles blanco.
El propio Jesús Lato explicaba que «nos informaron que a media que fuera avanzando la tarde, sobre ocho o nueve, iba a entrar otro frente que iba a venir, probablemente, con precipitaciones muy intensas«. Por ello, este año, añadía, «hemos pensado que, en lugar de esperar hasta el último momento y, si se ponía la tarde en agua y con ese viento desagradable, en lugar de hacer desplazarse al cortejo lo mejor era comunicarlo lo antes posible«. El hermano mayor se mostraba contento «porque la respuesta de los hermanos en este acto interno que hemos celebrado ha sido bonita y numerosa«, por lo que la junta de gobierno «nos vamos con la tranquilidad de que hemos hecho una buena estación de penitencia interna».
Sin Gran Poder en la Madrugá
En la misma línea, la Hermandad de Gran Poder no hizo esperar a sus hermanos y devotos, con una suspensión de la estación de penitencia adelantada. Sobre las diez de la noche, se publicaba un comunicado en redes sociales en el que, por unanimidad, la junta de gobierno acordaba no procesionar esta Madrugá del Viernes Santo. Se basaban en los diferentes partes consultados y en base a las concluyentes predicciones meteorológicas.
El hermano mayor, Julio Cruz Rivas, explicaba que la junta de gobierno se había reunido a las 20:30 horas y había consultado unos partes meteorológicos que no se movían del 90 y el 100 por cien de probabilidades de lluvia. Una decisión «que no es fácil de tomar y siempre se espera al límite, pero en este caso no había necesidad de atrasar más la decisión«, aseguraba. Sobre todo en un año tan especial en el que se conmemora el 125 aniversario de la hermandad y «el Señor ha querido que la estación de penitencia la vivamos de distinta manera», sentenciaba.
Según como establece la regla nº 37, se convocó el rezo del piadoso Ejercicio del Vía Crucis, a las 2:30 horas ante los pasos de los titulares. A este acto se invitaba a participar a todos los hermanos con papeleta de sitio, no siendo preceptivo vestir el hábito de nazareno. Tras el mismo, entre las 3:00 y las 4:00 horas, se mantuvo abierta la capilla para los devotos que quisieran acercarse a ver las imágenes. El templo permanecerá abierto esta Viernes Santom de 10:30 a 12:30 y de 18:30 a 20:30 horas.
El Cristo del Gran Poder iba a caminar esta Madrugá del Viernes Santo sobre un monte de claveles rojos, mientras que el paso de palio, con María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso y San Juan Evangelista, lucía un exorno de flores blancas. En la delantera del paso de palio, figuraba una vara dorada cruzada y lazo negro en memoria de los hermanos, Francisco García Gutiérrez y Diego Martín Carballido, fallecidos recientemente.