Cuentan que un gitano, Luis Flores Vargas (cliente suyo en la carnicería de la Plaza de Abastos), le dio un abrazo, emocionado, una noche de luna llena, cuando lo vio dar unos capotazos a una vaca en un tentadero cerca de Dos Hermanas. Su forma de torear, con los pies juntos, recuerdan el estilo de Curro Romero y Pepe Luis Vázquez. Hablamos del nazareno Manuel Varela Díaz, conocido por ‘Valerita’ en el mundo del toreo y con el sobrenombre de ‘Chico Lipendi’ entre sus vecinos de Dos Hermanas.
Sus dotes atléticas ya le hicieron brillar en su equipo de fútbol del Dos Hermanas (era el encargado de tirar los penaltis: no fallaba ni uno) y antes en el del Barrio Saco. Su entrenador, el ‘Niño de la Cana’, se enfadó con él cuando Lipendi decidió cambiar la pelota por la muleta, pero la suerte estaba echada: le tiraba el mundo de los toros (ya de niño sus profesores le animaban a dar pases de muleta en el Ave María) y, buscando la fama, se echó a los ruedos.
Su primer triunfo fue en 1958 en las fiestas de Cantillana, donde cortó dos orejas y rabo. Después tuvo que hacer el servicio militar. Hoy, a sus 23 años, Varelita ha explotado definitivamente. Los cosos de Utrera (donde ya ha salido una vez a hombros), Alcalá, Guillena, Aracena, Jabugo y otros muchos ya han disfrutado de la clase que se gasta el nazareno en el albero. Su sueño es torear en La Maestranza. Mientras tanto, sigue sumando méritos. La foto corresponde a su gran triunfo en la plaza de toros de Carmona, donde es ya la tercera vez que sale a hombros. Deseamos un gran porvenir a nuestro valeroso paisano.