Farolillo y pasado se han fundido
en la nube de albero del Real;
dormida en el ocaso del final
de otra feria habitante en el olvido.
Pasó en el huracán con que un silbido
se aloja en la memoria; en el retal
deshilachado al borde del ferial;
acantonado, entre cante adormecido.
Pero es así: se fue, sin más historia
que ser un hueco más en la memoria;
plena en arte, grandezas y miserias.
Curioso es este poso de alegrías
que en reflejos gozosos de ambrosías
difuminan esencias de las ferias…