Cuando su estudio de arquitectos cumple los 25 años de historia, Rafael López y Daniel Conesa pueden presumir de haber realizado el 70 por ciento de su trabajo en su ciudad, Dos Hermanas. Ahora ven cumplido uno de sus grandes sueños: la restauración y recuperación para usos culturales de la antigua capilla del Ave María, en la que han invertido 20 años de trabajo.
¿Qué ha supuesto para ustedes asumir la restauración de la capilla del Ave María?
Era una asignatura que teníamos pendiente ya que en el año 1988 ya hicimos el primer proyecto, siendo hermano mayor Juan Varela. Entonces el estado de la capilla era diferente, ya que tenía el techo completo y la madera era recuperable, pero se quedó parado.
¿Cuándo retomaron entonces el proyecto?
Se retoma en el año 2001 con José Ramón Gómez como hermano mayor, cuando realizamos un nuevo estudio con los primeros bocetos para entablar las primeras negociaciones con el Ayuntamiento, en busca de su colaboración. El proyecto definitivo se realizó en eñ año 2005.
¿Cómo se presentaba entonces la rehabilitación?
Hubo que tomar decisiones dolorosas, porque nuestra intención era la de recuperar la estructura de madera, que estaba deteriorada y había dañado los muros. Por ello hemos utilizado madera laminada con una estructura independiente de los muros y se ha recostruido el muro como estaba en su origen, así como el ábside, del que se han recuperado los azulejos. Lo más importante ha sido la consolidación de los muros, manteniendo la deformidad que presentaban.
Supongo que más que un trabajo, ha sido un milagro.
No ha sido un trabajo fácil el que realizaron en un principio la empresa local Obenaza y luego los operarios de la Concejalía de Obras. Le han dedicado muchos mimos y han trabajado muy bien.
¿Qué necesita un edificio como este para que dure muchos años?
Con un buen mantenimiento puede durar 100 años. Para ello se ha impermeabilizado el entorno de la capilla con un zócalo y suelo de hormigón con el fin de evitar humedades.
¿Está Dos Hermanas falta de edificios emblemáticos como este?
Conserva pocos edificios emblemáricos porque, por sus construcciones de tierra, han sido difíciles de conservar. Además, el boom económico que vivió la ciudad ha influido en la pérdida de esos edificios, ya que parecía que el progreso era tirar lo viejo y construir lo nuevo.
¿De qué actuaciones en Dos Hermanas están más orgullosos?
Sean trabajos grandes o pequeños, siempre estamos orgullosos, aunque nuestra obra cumbre fue el ayuntamiento, con polémica incluida, la rehabilitación de la fachada y torre de Santa María Magdalena, el mercado de abastos, la rehabilitación de la capilla de San Sebastián o las obras en el convento de las Hijas de Caridad de Santa Ana.
¿Están trabajando en algún futuro proyecto para la ciudad?
Estamos estudiando las actuaciones en los terrenos de la antigua fábrica León y Cos, así como en el desarrollo de Entrenúcleos, con la colaboración de otros arquitectos.
¿Qué define el sello arquitectónico de Conesa y López?
Una arquitectura digna y que perdure en el tiempo. Tendemos más por un estilo moderno, pero no estridente y que se integre en su entorno. Además, somos muy complacientes con los clientes.
