La hernia de disco

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Hernia de discoLa hernia de disco (ruptura o prolapso del mismo), supone que uno de los discos en la columna vertebral se proyecte hacia afuera de su ubicación correcta. Los discos son circulares así como pequeños y blandos colchones que funcionan como tal entre los huesos de la columna. En casos de hernia (más común en la parte inferior de la columna), se presionan los nervios de alrededor pudiendo provocar dolor fuerte cuya gravedad y ubicación depende de la localización. Dicho dolor puede extenderse sobre las nalgas bajo la parte posterior de un muslo y hacia dentro de la pantorrilla, en una pierna o en ambas. También podría provocar dolor en el cuello (o cuello retorcido que no puede enderezarse sin dolor fuerte), y en general entumecimiento, hormigueo o debilidad en brazos, piernas o pies,… e incluso cambios en el movimiento intestinal o a nivel vesical.

En cuanto a la causa, aclarar que puede ocurrir al secarse los discos, achatarse y proporcionar menos acolchonamiento. Si se debilitan demasiado, su parte externa puede romperse. Luego, la parte interna puede pasar por la rotura y presionar los nervios que se encuentran al lado de la misma.

Entre los factores de riesgo están… – Edad (?40). – Trauma por caída, accidente o por retorcerse de repente. – Esfuerzo sobre la espalda ya sea repetitivo o repentino (levantar un objeto pesado).

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En relación al diagnóstico del Traumatólogo mediante exploración e historia clínica, puede incluir diversas pruebas como Rayos X (prueba que utiliza la radiación para tomar una foto de estructuras dentro del cuerpo, especialmente los huesos), “TAC” o Tomografía Axial Computerizada (tipo de rayos X que utiliza una computadora para tomar imágenes de estructuras dentro del cuerpo), “RNM” o Resonancia Magnética (prueba que utiliza ondas magnéticas para tomar imágenes de estructuras dentro del cuerpo), Discografía (prueba que implica la inyección de un colorante en el centro del disco, para luego tomar una placa de rayos X), Electromiografía (prueba que mide la actividad eléctrica del músculo al colocar electrodos de aguja en el músculo), Mielografía (tipo de rayos X que usa colorante para delinear con mayor claridad el espacio que contiene la médula espinal).

En cuanto al tratamiento médico y/o quiropráctico, este puede incluir… – Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos tales como ibuprofeno o naproxeno, analgésicos varios dependiendo del nivel del dolor, relajantes musculares para reducir los espasmos, inyecciones de esteroides a nivel local en la propia columna para reducir el dolor y la inflamación si lo anterior no funciona. – Reposo durante uno o dos días durante las crisis, permaneciendo alineado y sobre un colchón firme. – Masajes en la espalda o cuello y terapia física por Fisioterapeuta. Relajan los músculos de la zona, reducen el dolor y mejoran las fuerzas y la movilidad. – Bolsas calientes y frías para reducir el dolor y los espasmos musculares. – Estiramiento de la columna para reducir el dolor. – Tracción mediante pesos y poleas para aliviar la presión sobre los huesos y músculos evitando que se muevan. – Collar o soportes para el cuello para aliviar los espasmos musculares pero sin abusar por riesgo de atrofia y pérdida de fuerza en la zona. – Cirugía en último término si no hay reacción a todo lo anterior, mediante laminectomía (extracción del disco que se proyecta hacia fuera), microdiscotomía (extracción de fragmentos del disco nucleado), fusión espinal (fusión de las vértebras con injertos o tirantes metálicos), quimonucleólisis (inyección de una enzima en el disco con hernia para disolver la parte que se proyecta).

En cualquier caso la prevención es lo más importante. Las siguientes estrategias pueden ayudar a reducir las probabilidades de tener hernia de disco:
– Práctica de posición correcta (pararse y sentarse derecho manteniendo la espalda en línea al levantarse). – Conservar un peso saludable. – Hacer ejercicio físico con regularidad, consultando a los profesionales de la Enfermería o la Medicina sobre ejercicios para fortalecer la espalda y el estómago. – No use zapatos con taco alto. – Si permanece sentado durante períodos largos, use un banco para que las rodillas queden a altura superior a la de las caderas. – No duerma boca abajo. – Procure utilizar almohada y a ser posible de látex.

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