Los crisantemos se perfilan como la flor preferida por el consumidor
La población nazarena se encuentra enfrascada en estos momentos en los preparativos con motivo del Día de Todos los Santos y de los Difuntos, que se celebran los días 1 y 2 de noviembre. Es una de las tradiciones más arraigada entre la población y que prevalece contra viento y marea, haya o no crisis. Sólo hay que darse un paseo en estos días por las floristerías nazarenas para comprobar el ritmo frenético que viven estos establecimientos en lo que a preparación de ramos, centros o jardineras para nichos o panteones se refiere.
Gustos clásicos
A la hora de elegir las flores o elementos decorativos que los familiares y amigos regalan a sus seres queridos fallecidos, los gustos de los nazarenos suelen ser bastante clásicos. Es un mercado en el que las floristerías no se arriesgan a innovar, ya que como comenta Encarna, encargada de Floristería Lumais, “el año pasado apostamos por bouquet o ramos muy primaverales y llenos de colorido” que no tuvieron mucha aceptación.
En la adquisición de flores para los difuntos, los consumidores distinguen entre comprar ramos de flor natural para esta fecha puntual y otros elementos decorados con flores de tela (sobre todo iris y rosas de papel) para que adornen la tumba durante el resto del año, ya sea en jardineras, centros o ramos para jarrones. Las costumbres a este respecto varían. De esta forma, son muchos los que conmemoran la celebración en su fecha puntual, algunos los que prosiguen llevando flores a sus difuntos durante todo el mes de noviembre y los que optan por mantener esta costumbre durante todo el año, apostando en esta época por algo más especial.
Variedad floral
La flor preferida para esta fecha, sin duda, según se ponen de acuerdo casi todos los floristas es el crisantemo. Aunque para algunos floristas, como Fernando Jiménez, sea el clavel rojo o para Antonio, de Floristería Huerta Palacios, exista una interesante pugna entre el crisantemo y los pompones; destacando, en ocasiones puntuales, comenta Maribel, de Floristería Isabel, preferencias por flores exóticas. Aunque, como dice el dicho, el libro de los gustos está en blanco y la variedad de flores es muy diversa: la gervbera, el lilium, los nardos, claveles o gladiolos, según apunta Juan José, de Hidralriego; o las fresias, el anthurium (flor cortada de larga duración), así como una modalidad de rosa cerrada que brilla en su esplendor a las dos semanas de ser colocadas, como comenta Encarna de Lumais. Esta amplia variedad de flores cortadas, según Antonio, de Huerta Palacios, procede de España y de otros países extranjeros, como Holanda o Ecuador.
En cuanto a los colores, el blanco y el rojo son las tonalidades preferidas por la mayoría, aunque destacan otros colores, como el amarillo, los tonos pastel o el morado. Aunque esta elección, según Fernando Jiménez, viene condicionada en ocasiones por el difunto, optándose por el rojo y blanco para personas mayores o por unas tonalidades claras para los difuntos jóvenes.
Ramos personalizados
Muchos establecimientos optan, como en el caso de Hidralriego, por ofertar a los clientes la elaboración de sus ramos o centros, así como por la venta de todos los elementos por separado, para que el consumidor lo prepare en casa.